Cartas de lectores | Nueva Asamblea, ¿viejas costumbres?
Los ciudadanos deben estar atentos y pedir cuentas de las acciones de la Asamblea para que se enfoque en el país
Se instala una nueva Asamblea cuando llega un nuevo período político en el país (en este caso, legislativo). El deseo de acuerdo entre actores políticos y de sacar adelante a Ecuador estará latente en los discursos de inauguración y en la sociedad. Es conocido que el Poder Legislativo es como el perro del hortelano: no come, ni deja comer; o mejor dicho: ni gobierna, ni deja gobernar, y no se trata de tener una Asamblea súbdita o cómplice del Ejecutivo, pero sí una que apoye las reformas que necesitamos, que ponga los intereses del país por encima de los particulares (y en especial del caudillo autoexiliado), que deje atrás el chantaje -sea por puestos públicos o para liberar o facilitar las sentencias de algunos buscados por la justicia-. En sí, que deje atrás esas prácticas que han destruido al país y socavado su institucionalidad, trayendo consigo, largos períodos de inseguridad jurídica. Esperamos el trabajo conjunto de todos los poderes del Estado, en especial de Ejecutivo y Asamblea, en aras de establecer una agenda común, con acuerdos concretos. Se puede diferir en cómo hacerlo, pero no en lo que buscamos, ese país de verdaderas oportunidades, con crecimiento económico sostenible y sustentable, con acceso a educación, donde la libre empresa prospere, que genere suficientes plazas de trabajo (en especial a jóvenes y mujeres), que destierre el abuso reflejado en extorsiones y vacunas, en asesinatos y en impunidad; que ya no se pierdan más vidas de inocentes por no pagar $ 5 para cruzar una calle, y de policías y militares. Un país con acceso a educación de calidad, sin violencia intrafamiliar ni desnutrición crónica infantil, y demás problemas que agobian a la nación. Que se vislumbre el país que todos aspiramos; que la nueva Asamblea no venga con las viejas costumbres. Probablemente la paridad de fuerzas daría ese respiro, pero no hay que creer que no habrá desestabilizadores que busquen el caos; que sean las fuerzas democráticas las que lleven de la mano a Ecuador por el rumbo que debemos transitar. Los ciudadanos deben estar atentos y pedir cuentas de las acciones de la Asamblea para que se enfoque en el país, no en cómo sacar provecho.
Jorge Calderón Salazar