Cartas de lectores: Madre, ¿dónde están tus hijos?


Madres, mirad a vuestros hijos; la indiferencia trunca la divina misión de ver renacer el sol de la esperanza 

Las cunas de las veredas acogen el llanto de aquellos hijos que el frío de la noche cobija el mal sueño, de esas pequeñas vidas que entristecen el paisaje urbano. Madres, mirad cómo las lágrimas convertidas en diamantes alumbran la tez curtida por el sol y la lluvia, fieles testigos de almas abandonadas en la pesadilla de la indiferencia callejera; inocentes sueños perdidos, confundidos tras el ejército de pasos indiferentes, que ladean la verdad escondida en los andrajos, que cubren la ilusión perdida de ángeles caídos. 

Madres, mirad a vuestros hijos; la indiferencia trunca la divina misión de ver renacer el sol de la esperanza en aquellos dulces rostros que no encuentran su camino de luz. Mirad cómo en el fondo de esos nublados ojos, en lo más profundo, anhelan ver su consuelo, que hoy marchita la falta de amor maternal. Madre, si eres la voz del cielo en la tierra, no permitas que la desnudez de sus vidas quede incompleta. Volved vuestro corazón hacia el amor y entregad todo lo hermoso que Dios sembró en vosotras, para que alumbre esos destinos huérfanos de esperanza.