Cartas de lectores: Láminas de seguridad

Ningún argumento sirvió para que estos señores policías (porque enseguida se agrupan) admitieran que estaban equivocados

Señores agentes de la Comisión de Tránsito de Pichincha: a los quiteños nos asaltan muchas dudas. Entre ellas, nos preguntamos si en estos graves momentos de inseguridad que estamos viviendo, ¿la Policía está para proteger a las víctimas o a los victimarios (delincuentes) que, como sabemos, pululan por toda la ciudad y sus alrededores? Hace pocos días, en los famosos operativos en todos los puntos estratégicos de Quito, fue detenido mi vehículo y no obstante presentar toda mi documentación en regla, una señora policía me detuvo aduciendo, injustificadamente, que tenía vidrios ‘polarizados’, lo cual es falso e inaudito pues mi auto comprado hace cuatro años en la casa tiene originalmente vidrios provistos de láminas de seguridad; tal es así que durante estos años, incluyendo las revisiones periódicas, nunca antes me habían llamado la atención por este motivo. Ningún argumento sirvió para que estos señores policías (porque enseguida se agrupan) admitieran que estaban equivocados, pese a que incluso presenté el documento de compra del vehículo en el que constan especificadas las láminas de seguridad. Acudí a la Comisión de Tránsito para averiguar al respecto en donde, curiosamente, se me informó que hace algún tiempo se había implementado esta absurda cláusula que prohíbe el uso de láminas de seguridad, confirmando con ello que los ciudadanos comunes estamos completamente desprotegidos, mientras los delincuentes se encuentran mucho más garantizados. ¿Desde cuándo rige esta nueva ordenanza y en qué forma y por qué medios se la ha socializado, para evitar que a los pobres conductores nos tome por sorpresa y seamos víctimas de sorpresivas e injustas multas y sanciones que van en desmedro de nuestra escuálida economía?

Fabiola Carrera Alemán