Cartas de lectores: Una historia de superación y esperanza

Él es un ejemplo vivo de que la discapacidad no define a una persona

Hoy quiero compartir con ustedes la inspiradora historia de Gabriel Hernán Mendoza Espinoza, un joven de 22 años que desde su nacimiento ha mostrado determinación y pasión por la vida. Nació con discapacidad intelectual, pero eso nunca ha sido un obstáculo para él. Desde pequeño demostró amor por el deporte, participando en competencias interprovinciales de remo como deporte adaptado, donde destacó por su disciplina y esfuerzo. Su pasión por el orden, la limpieza y la puntualidad lo convirtieron en un ejemplo a seguir. En 2022, Gabriel culminó su educación secundaria con éxito, demostrando que la dedicación y el compromiso son claves para alcanzar metas. En 2024 ingresó al Centro de Entrenamiento Vocacional Fasinarm-CEVE, donde actualmente se desempeña en el taller de Papelería. Allí ha perfeccionado la técnica de filigrana, también conocida como ‘quilling’, un arte que consiste en enrollar tiras de papel para crear diseños decorativos. Utilizando tiras de papel iris de colores vibrantes, ha aprendido a manejar con destreza herramientas como la guillotina manual, logrando cortes precisos que le permiten elaborar diseños avanzados y detallados. Sus obras, que incluyen flores, figuras geométricas, aves y escenas naturales, son testimonio de su paciencia, creatividad y dedicación. Lo distinguen sus habilidades técnicas y su capacidad para liderar y enseñar a otros. Es un joven amigable, afectuoso y colaborador, que se integra fácilmente en su grupo y comparte generosamente lo que ha aprendido. En el CEVE reciben continuamente charlas en sesiones de legislación laboral, relaciones sociales en el entorno laboral, imagen personal, lo que refleja su preparación para una futura inclusión laboral plena. Él es un ejemplo vivo de que la discapacidad no define a una persona; su voluntad, esfuerzo y amor por lo que hace son los verdaderos motores de su vida. Su historia inspira a todos a creer en el potencial de cada individuo y a trabajar por una sociedad más inclusiva y justa. Es un honor para mí compartir esta historia, con la esperanza de que inspire a otros a seguir el ejemplo de Gabriel y a reconocer el valor de la inclusión y la superación.

Teresita Sandoval