Cartas de lectores | La estrategia nacional en Loja
Los reclamos al Gobierno central deben ser corteses y calmados para obtener resultados
En Loja los cuatro puntos cardinales se han encontrado con el pretexto más vulnerable: el clima. No importa si llueve o hace sol, el carácter del lojano fluctúa con estos cambios, y su historia refleja ese ritmo en todos los aspectos de su vida interna.
Esto se ve claramente en los últimos meses con el aislamiento de Loja por norte, sur, este y oeste. Cuando se habilita una vía, otra se cierra. Hubo un impulso con la firma del tratado de paz con Perú, que prometía modernizar el sistema vial, antes clasificado como estrategia de guerra para aislar Loja y evitar la entrada de tropas peruanas, aunque esta suposición fue desmentida por el general Ángel Polibio Vega Mora, lojano.
Durante la época del arquitecto Sixto Durán Ballén se construyó una vía que unió las poblaciones más alejadas, adornada con jardines en sus curvas. Se bromeaba diciendo que esta carretera ecológica llevaba directo al cielo.
Con el gobierno de Correa se modernizó el sistema vial, pero no se consideró que el clima juega un papel dramático o anecdótico, sin contar los sobreprecios. Ahora, tras grandes inversiones, la red vial sigue con obstáculos y baches, afectando tanto a peatones como a conductores.
Cada daño en la red provoca reclamos de los gobiernos seccionales, pero el equipo disponible no elimina el aislamiento rápidamente. El Consejo Provincial enfrenta los mismos desafíos y a veces la indiferencia de alcaldes de pueblos apartados.
Los reclamos al Gobierno central deben ser corteses y calmados para obtener resultados, aunque estos no siempre cumplen con las expectativas de las poblaciones para acabar con el aislamiento.
Mucho polvo o barro parecen ser la norma, sobre todo después de más de treinta años de haber abandonado la estrategia militar que ahora parece resurgir.
Francisco Bayancela González