Cartas de lectores: Educación financiera para no ser esclavo de las tarjetas

En educación financiera es muy importante controlar las emociones por satisfacer al entorno familiar o social

La tarjeta de débito está ligada a una cuenta de ahorro o corriente; es su dinero, su esfuerzo, su valioso tiempo invertido en acumular ese recurso. Ventaja: poder tener ese efectivo sin hacer largas filas, y desventaja: tentación 24/7 para retirar todo lo ahorrado (sobrio o en estado etílico). 

El cajero automático no le va a preguntar: ¿está seguro de gastar el dinero en más fiestas o comprar más bebidas espirituosas? Simplemente el software del cajero automático valida su saldo, clave y le entregará su dinero. Amerita salir de rumba armado con todas sus tarjetas, pues no; en un secuestro extorsivo lo podrán ‘tasar’ de una mejor manera y el acompañamiento delincuencial será prolongado. La tarjeta de crédito no es dinero que ha obtenido con su esfuerzo y tiempo invertido. Es un cupo que tiene que se puede convertir en deuda buena o mala. 

No es lo mismo comprar una refrigeradora de calidad a buen precio y a plazo, que utilizar la tarjeta de crédito para pagar $80 de luz, comprar $ 200 para comida del mes, difiriendo a tres meses plazos y al mes siguiente ejecutar la misma hazaña financiera. 

En menos de un año tendrá angustia financiera y el mínimo a pagar de su tarjeta será 80 % de su salario, convirtiéndose en esclavo de la tarjeta. En educación financiera es muy importante controlar las emociones por satisfacer al entorno familiar o social; requiere mucha disciplina y mermar esa bondad desbordada por complacer a todos en todo momento. Observe a dónde van sus finanzas personales o empresariales para corregir el rumbo; siempre podremos comenzar desde hoy.

Gunnar Lundh