Cartas de lectores: Del destino

No le creo, no me creo, y lo reto

Caminé de espaldas a mi destino, tropezando con las ruinas de mi suerte, para comprender que no es la bala, sino estar en la esquina a las 4 y 16. Que el gatillo se atasque, la bala rebote, y yo corra presuroso de espaldas a mi muerte. Así comprendí que no es la bala que mata, ni el beso que enamora. No es la cama que nos junta, ni la cita ni la cena. Es el destino que hala sus hilos, compromete corazones en una pista de baile al son de un disco predestinado. Así comprendí el destino, pero no le creo. No me creo carente, alejado de toda voluntad, a merced de hilos y mantras de los que no se puede huir. No le creo, no me creo, y lo reto. Tiento a mi suerte, para sin merced y a voluntad, ser yo y mi vida, expresión de amor libre o, por lo menos, casual.

Joshue Andrés Lara Zambrano