Cartas de lectores: El canto del manglar

Los mangles florecen y el espíritu se renueva por el maravilloso espectáculo que brindan.

¿Quién no ha visitado un manglar? Es hora de que programe en familia un paseo por el manglar de Palmar-Santa Elena, último remanente de este ecosistema en esta región. El manglar es fuente de vida, generador de carbono y barrera imbatible de fenómenos naturales. Es hábitat de cangrejos, conchas y camarón, amenazado por la extensión de piscinas para cultivos de camarones. Existen variedad de plantas de mangles que forman los cordones verdes que bordean los esteros. Al amanecer o al ponerse el sol, brindan una sinfonía de cantos garzas, gaviotas, pelícanos, fragatas, Martín pescador, pato de María y cuervo, chismosas, espátula rosada y gorriones, que al trinar, hacen cantar al manglar. A su canto se unen las castañuelas de conchas, almejas, churos, ostras y cangrejos que anidan en sus raíces. Y se unen tejones, iguanas, arañas gigantes, culebras, abejas que se posan en sus ramas. Recorrer los esteros cubiertos de manglar es descubrir su fauna y flora única. Los mangles florecen y el espíritu se renueva por el maravilloso espectáculo que brindan.

Evelio Patricio Reyes Tipán