Cartas de lectores: Ayudemos a IESS, ¡pero ya!
El IESS es sinónimo de corrupción, no de ahora sino de algunos años atrás
El IESS es sinónimo de corrupción, no de ahora sino de algunos años atrás, siendo la nefasta década, de la que tanto se ufanan los correístas, de brutal saqueo y de inconsultas medidas tomadas, como la desaparición del 40 % destinado a las pensiones, la atención sin financiamiento a los menores de 18 años, el cuadruplicar -con su gente- la nómina, etc., etc.; y, como tal, aparecen los Argudos, los González, las Larreas, los Espinosas, las Villacís, los Gallegos,…
Y en consecuencia, los negociados, las compras chimbas, los arreglos trastienda, la escasez de medicinas, los documentos apócrifos, los aceleradores lineales, la dejadez, los espíritus de cuerpo, etc., etc. ¿Y qué ha hecho el IESS para desmontar estas y tantas barbaridades que tienen al Instituto al borde del colapso? Nada, casi nada mis estimados contertulios.
El IESS cuenta con Auditoría Interna y Auditoría Externa, ambas manejadas por la Contraloría General del Estado, operando en función de planes de trabajo anuales y auditando, generalmente, a las mismas áreas, con mínimas intervenciones de oficio o a petición de parte y escasa productividad.
Ante este panorama, ¿cómo lo contrarrestamos? Pues, con entereza, con total respaldo político, con personal comprometido y profesional, ejecutando proyectos que sí existen, para que esta institución salga en un mediano plazo del marasmo en el que se halla. El año pasado, en La Hora se publicó un estudio que podría ser útil, cuyo contenido analiza las falencias, como casos de corrupción y las soluciones a aplicarse.
José Morales- Tejada