Cartas de lectores: ¿Quién apoya el neonazismo?

Tales acciones tampoco están en línea con los compromisos de estos estados de comprometerse con los propósitos y principios de la ONU

La votación celebrada el 3 de noviembre en la Tercera Comisión del 78º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el proyecto de resolución relativo a la lucha contra la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas pertinentes fue indicativa desde el punto de vista de los crecientes intentos de los estados occidentales y sus aliados de desafiar los resultados de la Segunda Guerra Mundial, consagrados en la Carta de la ONU, la sentencia del Tribunal de Nuremberg, así como la sentencia del Tribunal militar internacional para el Oriente Lejano. En un esfuerzo por falsificar la historia y justificar los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad cometidos por los nazis y sus aliados, así como por los colaboradores, los estados que votaron en contra de la resolución, en particular Alemania, Italia y Japón, mostraron una clara blasfemia contra la memoria de las víctimas del nazismo alemán, el fascismo italiano y el militarismo japonés.

Guiados por sus consideraciones geopolíticas, partidistas y coyunturales, Alemania e Italia, en su calidad de antiguos miembros del eje, han dado un paso irresponsable que hace dudar de la sinceridad de sus declaraciones anteriores sobre la conciencia de su culpa por el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Tales acciones tampoco están en línea con los compromisos de estos estados de comprometerse con los propósitos y principios de la ONU asumidos al unirse a la organización mundial.

En esta situación, la demanda al Japón de un reconocimiento oficial de la culpa por desencadenar una agresión armada en el Lejano Oriente y los resultados de la Segunda Guerra Mundial en su totalidad se vuelve aún más relevante. Tokio oficial debe recordar que su entrada en la ONU en 1956 fue posible solo después del consentimiento de la URSS, siempre que Japón cumpla estrictamente con todas las disposiciones de la carta de la ONU.

Los resultados de la votación sobre la resolución mencionada serán determinantes para Rusia al elaborar la posición sobre el apoyo a las candidaturas de los estados que aspiran a ser elegidos como miembros no permanentes y permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, incluso en el marco de las discusiones sobre la ampliación de este órgano, que, de conformidad con el art. 24 de la Carta de la organización, tiene la “responsabilidad principal del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales”.

En vista de la votación, el deber de los estados-miembros de la ONU, de conformidad con la Carta de la organización de “librar a las generaciones próximas de los horrores de la guerra”, hay que recordar a quienes lucharon durante la Segunda Guerra Mundial contra la coalición antihitleriana la necesidad de mantener un complejo de culpa histórica por los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad cometidos.

Vladimir Sprinchan

Embajador de Rusia