Cartas de lectores: Una guerra aún no se da
Ahora, tras décadas de aportes, los jubilados deben comprar sus propias medicinas
L a cereza en el pastel: “El IESS en crisis por escasez de medicinas”, destacan los medios nacionales. Los médicos ya no pueden continuar tratamientos a afiliados y jubilados. No solo faltan fármacos, también audífonos para adultos mayores y lentes para quienes los necesitan.
Mientras tanto, el Consejo Directivo, presidido por el abogado Édgar Lama, se enfrenta a los representantes de los trabajadores, marginándolos por no aceptar irregularidades en las compras de medicinas. “Una mancha más al tigre”, comenta mi vecina Dorita, ante las disposiciones del IESS y BIESS que bloquean reclamos de afiliados y jubilados bajo supuestas investigaciones de la UAFE.
Ambas instituciones, llenas de burócratas con altos sueldos, deberían brindar tranquilidad a las familias, sobre todo a los adultos mayores con enfermedades catastróficas, hoy abandonados. En hospitales como el “Teodoro Maldonado Carbo”, los pacientes soportan baños clausurados y falta de aseo. Ahora, tras décadas de aportes, los jubilados deben comprar sus propias medicinas.
Francisco Medina Manrique