Cartas de lectores | ¡Qué pena me da!

Esta propuesta se sustenta en documentación transparente

Lamentamos que el presidente Noboa haya anunciado que pedirá a su delegado ante el Consejo Directivo del IESS que los hospitales del instituto dejen de atender a afiliados, jubilados y montepíos. El IESS, con más de un siglo de existencia, ha construido su propio sistema de salud: infraestructura hospitalaria, atención médica general y especializada, cirugías y cuidados postoperatorios. Los distintos gobiernos han afectado sus finanzas; el más perjudicial fue el de Rafael Correa, responsable de un grave perjuicio económico superior a $ 7.000 millones. A esto se suman deudas acumuladas del Estado y los altos costos de funcionamiento. El Gobierno, como principal moroso, no debería tener delegados con voto dentro del instituto. El presidente aún puede rectificar y recuperar la confianza. De igual forma, muchos empresarios no entregan al IESS los aportes descontados a sus trabajadores por préstamos o contribuciones, por ello tampoco deberían tener voto, solo voz.

Se propone fortalecer la representación directa de afiliados y jubilados: 1. Un vocal jubilado por cada región del país (Galápagos incluida en la Oriental). 2. Un vocal por los afiliados de Pichincha. 3. Un vocal por los afiliados del Guayas. En total serían siete miembros: un vocal del gobierno, uno de los empresarios y cinco de asegurados y jubilados, con voto solo para estos últimos. Esta propuesta se sustenta en documentación transparente, pero se expone aquí de forma breve para facilitar su lectura.

Ricardo Ordóñez Jaramillo