Cartas de lectores | ¡Propongámoslo como labor!
El diálogo y la solidaridad son esenciales para proteger la vida, la dignidad y la esperanza de los más vulnerables
La consideración es esencial para saber alojarse y vivir. Tanto es así, que la atención a la crónica es sostén de cualquier otra entereza, incluida nuestra propia liberación. En demasiadas ocasiones, la única cuestión que respeta el poder es el poder. Por desgracia, el aluvión de crisis políticas, con las consabidas perturbaciones económicas, juegan un papel central en el empeoramiento existencial, dificultando además la ayuda humanitaria, negando así el derecho a llevar una digna historia viviente, llena de oportunidades. Sea como fuere, el diálogo es primordial, ya no solo para comprenderse, también para actuar de forma mancomunada. De lleno nos fundimos, pues, en esta apuesta por la vida; y, como tal, debe ser protegida de manera absoluta desde el instante de la concepción.
En consecuencia, proteger a esas gentes que se lanzan al abismo por el bien colectivo, deseosas de salvar existencias, arriesgando la suya, es un deber y una obligación universal para garantizar que la supervivencia y la esperanza lleguen a los oprimidos.
Víctor Corcoba