Cartas de lectores | No hundirnos en la maldad
Observemos la triste mirada de esos niños rodeados por el terror y la hecatombe
Cada día son más los seres humanos indefensos, que se mueven atemorizados y aterrorizados por un ambiente salvaje, sin condescendencia alguna. Esto suele tener su origen en la falta de convicción moral. Bajo la globalización del contexto destructivo la ciudadanía está desafortunadamente llena de discordia. No se trata solo de que tengamos guerras, es que la violencia en cuanto tal siempre está potencialmente presente, como un endemoniado en guardia constante. La misma discrepancia asume formas terroríficas y espantosas que nos dejan sin palabras. Hay contemplarse internamente, para ver que el agua es más fuerte que la roca o el amor más enérgico que la ira. Hemos de avivar el deseo de vivir una vida normal. Observemos la triste mirada de esos niños rodeados por el terror y la hecatombe. ¡Reflexionémoslo! La humanidad tiene el deber de hermanarse, no puede continuar por más tiempo en la decadencia, requiere un cambio de atmósfera vital. No podemos consentir que nos inunde la desesperanza, o que la furia se convierta en algo normal, permaneciendo indiferentes.
Víctor Corcoba