Cartas de lectores | Monopolio y bancarrota de Montecristi

Todo país que juega al monopolio estatal de los Castro Bros. termina, como Cuba y Venezuela, en bancarrota

Como país, no podemos ganar jugando en el “tablero” del Socialismo del Siglo XXI, franquicia cubana de los Castro Bros. En lugar de una verdadera Constitución, en 2008 nos impusieron una trampa ideológica. En el revolucionario tablero de Montecristi, los derechos reemplazan al derecho, y el soberano ya no es el pueblo, sino el Estado.

Sus 444 artículos constituyen un conjunto de reglas confusas que legalizan la impunidad sin rendición de cuentas. La revolución reparte cartas marcadas por debajo de la mesa a su clientela electoral.

Para jugar al monopolio estatal, el Banco Central devalúa las “fichas”, genera hiperinflación y se queda con las propiedades, mientras sus dueños terminan en la cárcel. Según la Teoría de Juegos de Nash, la Constitución de 2008 es una “suma cero”. (En Ecuador no les funcionó la jugada por ser un país dolarizado que no emite dinero “soberano”).

Todo país que juega al monopolio estatal de los Castro Bros. termina, como Cuba y Venezuela, en bancarrota.

Paúl Tapia Goya