Cartas de lectores: Me llevo la satisfacción

No me aproveché de la posición de liderazgo, no abusé de la confianza de nadie; solo Dios me recompensará con justicia

Gálatas 5:13... Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Reina-Valera. 1960.

He recibido lecciones de vida, aprendí que pagan con un mal el bien que se hace. Los ingratos no lo valoran a uno; lo cuestionan y señalan. Servir es incómodo y desgastante.

Tengo más experiencia, un poco de sabiduría; me conocí un poco y no me agradó. Conocí el egoísmo del hombre y me enojó; el conocimiento fue adquirido con dolor. Me quedo con el recuerdo de haber sido útil. Me voy con la medalla de las críticas; y en mi corazón, quienes me aplaudieron y me felicitaron. Después hablaron a mis espaldas, lanzaron la piedra sin consideración, se volvieron enemigos sin causa. Los logros personales están en mi memoria, no saben que fueron beneficiados por mi gestión y mi insistencia; no me darán un gracias y un abrazo, pasaré desapercibido por los que vienen. Me llevo la satisfacción del deber cumplido; no he ganado ni un centavo sirviendo a mi prójimo. No me aproveché de la posición de liderazgo, no abusé de la confianza de nadie; solo Dios me recompensará con justicia.

¿Qué ganamos sirviendo a los demás? ¿Cuál es el beneficio de hacer el bien? ¿Qué hacer cuando no te valoran? Servir a mi prójimo me da una razón para darle sentido a mi existencia; puedo cumplir con la voluntad de Dios. 

Agustín Romero