Cartas de lectores | Los costos del paro
El daño no es solo inmediato: la recuperación tomará tiempo
Transcurridas tres semanas de las paralizaciones convocadas por la Conaie, focalizadas en provincias como Carchi, Cotopaxi e Imbabura, el paro, aunque con menor poder de convocatoria que en años anteriores, evidencia altos costos sociales y económicos. Se han registrado agresiones de manifestantes contra personas que desean trabajar dignamente, así como ataques a transportistas, destrucción de bienes e invasión de fincas, generando repudio nacional e internacional. Si bien la Constitución reconoce el derecho a la protesta, no puede tolerarse que se vulnere el derecho al trabajo y la tranquilidad de quienes buscan sostener a sus familias.
Detrás de estas acciones se perciben intereses políticos de dirigentes que promueven el caos, movilizando a un pueblo digno y trabajador. Estas actitudes solo dejan destrucción y desaliento, y probablemente veremos a esos dirigentes en futuras elecciones, aprovechando su capacidad de movilización. Mientras tanto, los micro, pequeños y medianos productores enfrentan graves pérdidas, sin poder cumplir con sueldos ni obligaciones. El Gobierno debe apoyarlos mediante créditos blandos, periodos de gracia y corredores seguros para sacar su producción.
El daño no es solo inmediato: la recuperación tomará tiempo, especialmente en sectores como el turístico y el florícola, que han perdido exportaciones y clientes internacionales. Más allá de los 150 millones de dólares en pérdidas, el impacto en Cotopaxi e Imbabura es profundo y proyecta al exterior una imagen de inestabilidad que ahuyenta la inversión.
Jorge Calderón Salazar