Cartas de lectores | Lo bueno, lo malo y lo feo (en lo económico) del 2025
De cara al 2026, el país enfrenta desafíos importantes que exigen estabilidad y respeto institucional
El 2025 presenta un balance positivo para la economía ecuatoriana en términos generales, reflejado en un crecimiento económico cercano al 4 % y en el importante desempeño de las exportaciones no petroleras, tanto tradicionales (banano, café, cacao y camarón) como no tradicionales (especialmente las mineras), marcando un año récord en exportaciones totales del Ecuador.
La mayor confianza hacia el país se evidencia en la reducción sustancial del riesgo país, la eliminación de subsidios a los combustibles, el aumento de la recaudación tributaria, el cumplimiento del programa con el Fondo Monetario Internacional, la paulatina reducción del tamaño del Estado, las giras presidenciales (cuyo efecto sería más visible en 2026) y el avance en los acuerdos comerciales, tanto en la firma como en el cierre de los procesos de negociación, consolidando una ruta hacia la apertura comercial.
Otro efecto positivo en la economía es la baja de la inflación.
Sin embargo, persisten tareas pendientes, como el excesivo gasto público, el déficit fiscal, los pagos importantes de la deuda pública externa e interna en los próximos dos años, especialmente en 2026, y la situación de la seguridad social.
Asimismo, el sector petrolero no atraviesa su mejor momento, con una caída abrupta de la producción por falta de inversión, problemas geológicos en los oleoductos y la baja del precio del petróleo que ha predominado durante el año.
Finalmente, la inseguridad continúa siendo el principal desafío, aunque no sea un asunto económico en sí, ya que ha afectado la actividad económica en varias regiones del país, especialmente en la Costa.
De cara al 2026, el país enfrenta desafíos importantes que exigen estabilidad y respeto institucional.
Además, es vital reducir la dependencia del petróleo, continuar produciendo e invirtiendo mientras sea posible, e impulsar sectores como la minería, la agroindustria, los servicios logísticos y un ecosistema empresarial que fomente la innovación y el desarrollo, con el objetivo de avanzar hacia una senda de crecimiento y bienestar.
Jorge Calderón Salazar