Cartas de lectores: La crisis de liderazgo en Ecuador
Hoy más que nunca Ecuador necesita voces honestas y valientes
El ejercicio de liderazgo en momentos como estos significa, sobre todo, multiplicar la esperanza de cambio que necesita nuestra patria, promover conexiones fuertes en la diversidad y reconocer la valentía de quienes hablan el lenguaje de las posibilidades.
En tiempos de polarización y desinformación, lo verdaderamente necesario no es gritar más fuerte, ni quien se cree más fuerte, sino escuchar, argumentar y convocar. Encontrar valor en la diferencia, reconocer las mejores ideas y apoyarlas, extender contextos distintos: eso es temple. La ira, el odio y el insulto son inmediatos, cortoplacistas. El temple o la osadía, en cambio, es de largo aliento.
Ecuador necesita voces que no necesitan gritar para hacerse oír. Voces que no nombren lo difícil sin humillar, que entiendan que la forma también es fondo, que saben que inspirar no solo es dar ejemplo, sino sembrar pequeñas revoluciones personales en quienes los escuchan.
A esos líderes invisibles que han sido silenciados e ignorados, les recordamos que liderazgo es también una forma de cuidar nuestra frágil democracia. Porque nuestra democracia no es solamente un conjunto de reglas: es la decisión colectiva de proteger derechos, ampliar libertades y garantizar oportunidades. Y eso requiere coraje. Coraje para dialogar con quien piensa distinto, para cuidar el desacuerdo, para negarse a normalizar lo inaceptable: el autoritarismo, la violencia, la corrupción, la falta de empleo, la impunidad, el lenguaje que degrada.
A esos líderes invisibles les dejamos un reto que es también una invitación para el país: pensar en décadas. Que cada decisión que tomen en lo que queda de este 2025 pueda reconocerse con orgullo en 2050. Que cada alianza sobreviva a los ciclos políticos. Que cada acuerdo deje huella de respeto y transparencia, incluso sin consenso. Pensar en décadas nos libera de la ansiedad del aplauso inmediato y les recuerda para qué liderarán: no para los triunfos del momento sino para construir un futuro prominente para el país y la gente. Hoy más que nunca Ecuador necesita voces honestas y valientes. Y Ecuador las tiene. ¡En tiempos inciertos como los que vivimos es posible construir una nación más justa, más libre y más digna!
Mario Vargas Ochoa