Cartas de lectores | Jueces: mírense al espejo antes de firmar

No se engañen: el país entero ya sabe descifrar los códigos

¿A quién están dirigidas estas palabras? No necesito nombrarlos. Son los jueces de causas de alto perfil. Los que hoy tienen sobre la mesa un expediente que los ha hecho recibir llamadas esta semana.

Les hablo a ustedes.

Porque en Ecuador la justicia ya ha sido antes propiedad de mal recordados caciques. Gobiernos anteriores ya metieron la mano. Ya apretaron tuercas. Ya designaron operadores. Ya fabricaron jurisprudencia ad-hoc. Y el resultado fue vergonzoso: magistrados con bochorno público, destituidos, procesados, presos, o convertidos en chiste por el castigo social que reciben.

No se engañen: el país entero ya sabe descifrar los códigos. Se nota cuando un actor político repite en los medios una frase que le mandaron a decir y sus segundones aplauden como focas. Se nota cuando llaman a juicio a inocentes solo por satisfacer una venganza personal.

Ténganlo claro, el Ecuador entero los observa.

Su futuro no depende del frágil nombramiento que hoy poseen. Ni del operador que les ofrece estabilidad y ascensos; ese fulano los desechará el día que no les sirva. Su futuro depende de una cosa mucho más simple: que sus providencias y fallos puedan ser defendidos en el futuro

Revisen la historia reciente: ningún poder real protege al juez que ya no sirve. Lo descartan como papel mojado. Lo borran del chat. Y luego dicen “ese no era nuestro”.

Todavía están a tiempo.

Hay un camino único para los jueces honestos, decir NO cuando toque y redactar fallos donde la lógica aguante más que la presión política.

No lo hagan por la república. Háganlo egoístamente por ustedes. Porque en este país la impunidad nunca ha sido garantía de inmunidad. Y ustedes -precisamente ustedes- lo saben mejor que nadie.

Esteban García P.