Cartas de lectores | IESS, el botín de 100 años
La deuda del Estado con el IESS suma $27.500 millones, incluyendo $17.578 millones por salud
El IESS, fundado en 1928, atraviesa una grave crisis. EXPRESO reveló que 1.081 prestadores externos recibieron entre 2013 y 2025 unos $8.000 millones, con negocios financiados entre un 40 % y 100 %. La ley del IESS, que protege sus fondos como propiedad de los afiliados, nunca se cumplió por conveniencia de sus directivos. Entre los expresidentes del Consejo Directivo figuran Fernando Cordero, Richard Espinosa, Paúl Granda y otros, responsables del deterioro del IESS. Ramiro González, acusado de peculado en 2012, está prófugo en Perú. Espinosa entregó el Hotel Quito a inversionistas chinos y eliminó registros de una deuda de $2.528 millones, luego huyó del país. Funcionarios improvisados, puestos por razones políticas, permitieron corrupción y servicios deficientes. En 2018, la Comisión Anticorrupción denunció pagos irregulares por $137 millones a proveedores, pero la justicia no actuó. EXPRESO también reportó fortunas amasadas con contratos del IESS: un oftalmólogo recibió $68 millones, un odontólogo $93 millones, y el holding Davita $433 millones. El IESS ha tenido 23 directores en pocos años, muchos con estancias de días, tolerando citas manipuladas, auditorías débiles y atención precaria. La deuda del Estado con el IESS suma $27.500 millones, incluyendo $17.578 millones por salud. En 2025, el IESS debe pagar $6.740 millones a jubilados y el Estado solo aportará $2.390 millones, obligándolo a cubrir el resto, comprometiendo su sostenibilidad. La situación es crítica.
Carlos Mosquera Benalcázar