Cartas de lectores | El buen momento de las exportaciones no petroleras
El crecimiento de estas exportaciones requiere seguir impulsando la competitividad
Uno de los signos de recuperación de la economía ecuatoriana es el crecimiento de las exportaciones no petroleras, tanto tradicionales como no tradicionales. Aunque en algunos casos el precio internacional ha sido favorable, el aumento de la producción contribuye al ingreso significativo de divisas. Por ejemplo, el camarón creció casi 20 % entre enero y septiembre de 2025 respecto al mismo periodo de 2024, pasando de 5.191 a 5.974 millones de dólares y de 914 a 1.038 toneladas métricas, pese a la sobretasa arancelaria del 15 % impuesta por Estados Unidos, que se mantiene incluso tras la eliminación de aranceles a 105 productos ecuatorianos.
El cacao y sus elaborados aumentaron de 2.200 millones de dólares entre enero y septiembre de 2024 a 3.333 millones en 2025, con un crecimiento del 50 % en ventas y 30 % en producción. El banano y plátano registraron un aumento del 12 %, alcanzando 3.173 millones de dólares. En las exportaciones no tradicionales, los productos mineros pasaron de 2.410 a 2.880 millones de dólares, mostrando el importante potencial del sector, que podría posicionar al país entre los principales productores mundiales de cobre.
Entre enero y septiembre de 2025, las exportaciones no petroleras tradicionales sumaron 13.100 millones de dólares y las no tradicionales 8.343 millones, representando un incremento de 23,3 % y 12,6 %, respectivamente, para un total de 21.430 millones, casi 20 % más que en 2024, a pesar de la volatilidad económica global.
El crecimiento de estas exportaciones requiere seguir impulsando la competitividad mediante incentivos productivos, capacitación de la mano de obra, inversión en investigación e innovación, encadenamientos productivos, promoción de la oferta exportable y apertura de nuevos mercados. Esto permitirá generar empleo, aumentar el consumo, atraer inversión extranjera y consolidar el desarrollo económico, un camino que el país debió priorizar hace años en lugar de depender del gasto público y la deuda.
Jorge Calderón Salazar