Cartas de lectores | El arte de ser abuelo. Consejos desde el corazón
El mejor obsequio que un abuelo puede dar no siempre está envuelto en papel brillante
Ser abuelo o abuela es una de las experiencias más profundas y transformadoras que puede regalar la vida. No es simplemente ‘volver a criar’, ni tampoco tener una segunda oportunidad de hacer lo que no se pudo con los hijos. Es un rol completamente distinto, lleno de amor, de aprendizaje y también de responsabilidad.
Muchos abuelos se convierten en ‘consentidores profesionales’, y está bien querer mimar a los nietos. ¿Qué abuelo no ha querido verles la sonrisa tras un chocolate a escondidas o un regalo inesperado? Pero a veces, sin darnos cuenta, ese exceso de cariño se traduce en permisividad, desautorización a los padres o confusión para los niños.
Ser abuelo no significa decir que sí a todo. Significa acompañar, contener, escuchar, ofrecer un abrazo sin condiciones… Pero también respetar las decisiones de los padres, que hoy crían en un mundo muy distinto al que nos tocó a nosotros.
En mi caso, soy abuela de una niña de cuatro años y medio y de un niño de un año. Mis nietos están siendo formados por unos padres con una entrega admirable: con mucha dedicación, paciencia, amor, firmeza y respeto. Me siento profundamente orgullosa de ellos. Viven fuera del país, y cada vez que tengo la oportunidad de reencontrarme con mis nietos, ese tiempo compartido se convierte en un disfrute absoluto, en un regalo que atesoro con todo el corazón.
El mejor obsequio que un abuelo puede dar no siempre está envuelto en papel brillante. A veces es tiempo compartido, leerles una historia/cuento antes de dormir, un consejo dado con dulzura, aplicar tips que vemos en redes y que compruebas que funcionan, o simplemente estar ahí, presente en medio del ruido.
El arte de ser abuelo no se aprende de un día para el otro. Se construye con amor, respeto y, sobre todo, con el deseo de seguir aprendiendo, incluso en esta etapa de la vida. Porque también los abuelos, al mirar a sus nietos, descubren nuevas formas de amar.
Teresita Sandoval