Cartas de lectores: Cuidemos nuestra información personal
Reportar cualquier anomalía: los grandes fraudes comienzan con un detalle mínimo
En el mundo del fraude actual -tanto tradicional como digital- es fundamental mantenernos siempre atentos. Los defraudadores operan sin descanso, esperando el instante en que bajamos la guardia, en especial en Navidad, vacaciones, verano, festivos, cierres de año o épocas de alta carga laboral y familiar.
No seamos ingenuos ni pensemos que ‘a nosotros no nos va a pasar’. El fraude ocurre mucho más de lo que imaginamos, y en muchos casos ni se denuncian por vergüenza o para evitar trámites legales. Afecta a personas y empresas, por lo que es importante reforzar los controles en fechas sensibles. Desconfiemos con criterio y cuidemos nuestra información.
Estos días circula en redes una lista de presuntos hombres infieles con datos concretos, lo que los pone en riesgo y facilita extorsiones o estafas. Evitemos compartir datos personales propios o de terceros y respetemos las leyes de protección de datos vigentes.
Recomendaciones para reducir riesgos: rotación de funciones en vacaciones: evita que una sola persona controle un proceso. Doble validación en pagos y transferencias: nada de aprobar sin revisar. Alertas activas: monitoreo continuo y detección de movimientos inusuales. Capacitación del personal: ‘phishing’, correos falsos, cambios fraudulentos y suplantaciones. Documentación actualizada: lo que no está escrito abre espacio a manipulaciones. Verificación antes de aprobar o firmar: dos minutos pueden evitar un desastre. Duda razonable ante mensajes urgentes o regalos sospechosos. Protección de accesos: no compartir claves ni dejar sesiones abiertas. Reportar cualquier anomalía: los grandes fraudes comienzan con un detalle mínimo.
Todos queremos disfrutar la Navidad en familia, pero otros buscan aprovechar nuestro descuido para robar información. No se trata de vivir estresados, sino de mantener los pies en la tierra: hoy la mejor defensa contra el fraude es la prevención y el cuidado de la información.
Jorge Sanyer