Cartas de lectores | ¡Buenos días, país!
En fin, hagamos patria para un país de diferente. Buenos días, país
Así titulaba los artículos de Edargo, Eduardo Arosemena Gómez, cuando escribió en unos de los prestigiosos diarios de nuestra urbe. Eran tiempos donde los escenarios de la política, el gobierno, la administración de la justicia eran diferentes. En cuanto a la casa municipal y provincial, la una cuidaba del ornato y basta, y la otra carreteras, caminos vecinales, y basta. Hacían el acontecer nacional. País agrícola, recién petróleto y con poco desarrollo agrícola exportador. La pluma de Edargo se hacia sentir. Antes escribía con la presentación: Buenos días, señor presidente. Alguien sugirió que sea de la forma como hemos anotado al principio: Buenos días, país.
¿Por qué esta nota? Debemos darnos cuenta de que cada día el acontecer nacional tiene gran dosis de escándalo a todo nivel y entretiene y colma nuestro pensamiento, de tal manera, que nos empuja a pensar que los días buenos jamás llegarán. Nos cierra a toda posibilidad de crecimiento y si se hace nos inunda el terror. Es que ese columnista al que Ud. hace referencia es de otra época. Cierto es. Se escandallizaría de los escenarios que tenemos hoy. Los narcos han contaminado todo lo que es débil. Políticos, jueces, fiscales exportadores, policías, militares; solo nos faltan los educadores y los religiosos. Y no importa la ideología o bandera política que se flamee por todo territorio y multitud de colores y religiosas, como hace poco observamos. ¿Se perdió la identidad nacional? Tal vez. Hay mucha novelería; de pronto se convertirá en tendencia y luego en derecho universal. Hay mucho cotorreo y gran dosis de morbosidad en este acontecer diario de la vida política. De paso se hace creer que solo un determinado personaje es la solución nacional. Debemos orientar a nuestra nación para que sea un Estado fuerte. Solo lo podemos lograr si entendemos que debemos respetar las leyes. ¿Es difícil? Depende de nosotros y no de los líderes del ‘marketing’ político.
Edargo fue crítico y orientador con sus argumentos. También en su tiempo hubo los mismos espacios. En fin, hagamos patria para un país de diferente. Buenos días, país.
Guillermo Martínez Tubay