La alianza ruso-china y el eje del despotismo
Vladímir Putin, presidente de Rusia, sabe, porque lo ha sufrido en carne propia, que las guerras no se ganan solamente con poderío militar sino que necesitan poderío económico para salir triunfantes. Sabe que así fue como Ronald Reagan le ganó la batalla a Gorbachov y pulverizó a la Unión Soviética. Está consciente de que la economía rusa -del tamaño ínfimo de la de Italia- jamás podrá superar a la economía americana.
De ahí su estrecha alianza con una China Comunista que financiará sus aventuras militares a cambio de una participación en el botín.
Pero las cosas están yendo aún más lejos.
China y Rusia se han aliado para la exploración y explotación de minerales en el Océano Ártico; así como están en proceso de crear un eje del despotismo con la participación de Moscú, Pekín, Teherán y Pyonyang.
El objetivo es despojar a los Estados Unidos de influencia en el Medio y Lejano Oriente.
Si este país se dejara engañar por sueños de izquierda podríamos despertar un día “hablando en chino”.
Alfredo Cepero