Antes de adornar la casa, arreglemos la mente

Diciembre es alegría. Los adornos navideños se exponen en los almacenes desde la última semana de octubre, logrando el ‘marketing’ anticipar el parto a María, pero en fin, el espíritu navideño debería ablandar corazones y en especial aquellos que están petrificados.

El domingo 05-dic-2021 fui a un mall de la ciudad y desde el patio de comida vi una escena impensable de ocurrir en la vida real. Un joven de aproximadamente 20 años entregaba carpetas con su hoja de vida en los diferentes locales de dicho mall. Cuando llegó a uno en especial, fue recibido por una mujer, quien escoba en mano lo sacó del lugar. El joven huyó de las agresiones gracias al ascensor. Mientras la mujer lo perseguía, decía: “estás loco si piensas que me vas a robar mi trabajo, atrevido”. Varias personas mostraban su apoyo a la iracunda fémina, coreando: “bien hecho ”, “dale duro para que no regrese”.

La intención del joven era encontrar trabajo por promoción puerta a puerta, hecho que expone en blanco y negro la falta de trabajo hoy en día. Quienes festejan insultos sin razón a otros, padecen amnesia temporal ya que no recuerdan a sus hijos y familiares, y olvidan que el mundo da vueltas. De nada sirve adornar la casa y/u oficina si no ordenamos primero los pensamientos.

Ec. Marysol del Castillo