Opinión

Ser Bachiller

Los jóvenes tienen derecho a estudiar y superarse con iguales oportunidades pero no todos reúnen los mismos requisitos o conocimientos. 

El examen Ser Bachiller es parte fundamental del Sistema Nacional de Nivelación y Admisión (SNNA) para el ingreso a las universidades públicas, proceso institucionalizado como resultado de una cultura de la evaluación para la calidad educativa.

Los jóvenes tienen derecho a estudiar y superarse con iguales oportunidades pero no todos reúnen los mismos requisitos o conocimientos. Salvo honrosas excepciones, el sistema de aprendizaje informativo-cognitivo de los colegios es de menor rigurosidad y mucha permisibilidad, que no produce el aprendizaje suficiente en el estudiante para su ingreso al Sistema de Educación Superior.

De ahí la necesidad de un diálogo nacional, para consensuar y crear, no imponer, entre las autoridades de la Educación Superior y el Ministerio de Educación como reguladores, representantes de las instituciones de bachillerato y universidades con estudiantes y padres de familia, para determinar la articulación entre el Sistema Nacional de Educación y el Sistema de Educación Superior.

Se debe establecer la línea de productividad y progreso del país, luego la del tipo de profesional o ciudadano que necesitamos para el efecto; con esto se determina el perfil del bachiller -que sea el mismo para el ingreso a la universidad-, el modelo de currículo y el proceso del aprendizaje para determinar el tipo y calidad de profesores que se necesitan para formar a ese ciudadano.

Está bien bajar el número de preguntas y el tiempo del examen Ser Bachiller, dar mayor ponderación al historial académico del estudiante, pero que esto no signifique facilismo o baja rigurosidad académica sin conocimientos necesarios. Aquello aumentaría la deserción universitaria y la mala calidad de profesionales. No todos tenemos las mismas cualidades y capacidades, por lo que en un universo de profesiones, la universidad no debe ser la única alternativa sino que se debe reforzar la formación de técnicos y tecnológicos para profesiones intermedias, aplicando la Teoría de las Inteligencias Múltiples del psicólogo Howard Gardner, como contrapeso al paradigma de una inteligencia única.