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Tania Tinoco
Tania ha emprendido un camino espiritual que la ha sostenido en época de crisis.Gerardo Menoscal

Tania Tinoco, el rostro de la serenidad en época de pandemia

Para la presentadora de Televistazo, este 2020 fue un año de despedidas, cambios y mucho aprendizaje.

Durante el pico más alto de la pandemia, Tania Tinoco fue una de las pocas periodistas de la televisión que dieron la cara informando sin límite de horarios sobre lo que ocurría en medio de la incertidumbre provocada por un virus para el que nadie estaba preparado.

Fue así que la mujer a la que usualmente se la veía en la noche en espacios como Telemundo o Visión 360 se convirtió en el rostro del día que transmitía serenidad y firmeza en momentos críticos.

“No habría sido posible si no tuviera un recorrido espiritual si se quiere sabiendo que llegaría el momento en que tenía que cumplir mi rol. Llegar a los demás con el mensaje de que todo va a estar bien y podemos quedarnos con lo mejor”.

La presentadora de Televistazo comenta que si algo puede legar sería un objeto tan simple como una escalera, en la que las personas pudieran subir y mirar las cosas desde una perspectiva más elevada.“Cuando observas una situación desde un punto de vista distinto, comprenderás otras cosas. Si puedes ver la vida de otra manera, serás más feliz y consciente”.

Lamenta que vivamos desafortunadamente en un mundo de rabia y queja constante, lo que se puede palpar en las redes sociales.

Confía que el 2021 empiece con un ser humano nuevo que se vio obligado a encerrarse para mirarse a sí mismo y a inmovilizarse con el propósito de recorrer su interior y escucharse, para darse cuenta de que había cosas por trabajar o desarrollar.

“Uno de los grandes aprendizajes de esta pandemia es que hay que fluir y estar convencido de que los cambios no son necesariamente malos. No hay que tenerles miedo, como decía una maestra, hay que ser como las ramas de los vientos. Fíjate que era la directora de Telemundo, tenía una vida hecha y el cambio llegó de forma inesperada y tuve que aceptarlo”.

Este 2020 lo resume como un año durísimo y lleno de lecciones, en el que vio amigos queridos partir como el cirujano Felipe Leyton, o compañeros entrañables como Víctor Hugo Peña o Ángel Sánchez. “Me pasó por la cabeza varias veces que me estaba exponiendo, pero el canal (Ecuavisa) nos dio todos los cuidados posibles y a nadie obligó a trabajar”.


"Yo desecharía con el fin de año esta sensación de rabia y queja que agobia a la gente. En vez de entender, aceptar y agradecer lo que tiene, solo ve el lado feo de las cosas. Uno debe quedarse con lo mejor".

Tania recalca que como comunicadora estaba en la obligación de informar. Recuerda que con Francisco Arosemena, en los primeros días de la pandemia, armó un miniestudio en su casa. “El resto del tiempo me lo pasé como mucha gente, consiguiendo medicinas, ataúdes, que retiren un cadáver y todo esto, junto a gente valiosa como Pedro Pablo Duart y Otto Sonnenholzner o el Comité de Emergencia que lideró Jaime Nebot”. 

Hoy celebra la vida y sueña un 2021 con salud, un mundo vacunado contra la COVID-19 y un crucero pendiente junto a su esposo y sus dos hijos a los que pueda ver en el desayuno, en el almuerzo y en la cena. “Solo quiero tenerlos más tiempo para mí, el resto vendrá por añadidura”.