Ocio

Grupo de punk Pavimento
El guitarrista Víctor Díaz, el baterista Julio Paredes (también en Refugio), el vocalista y guitarrista Christopher Mejía (Refugio) y el bajista Julico Hurtado (Armada de Juguete).Cortesía.

Pavimento, su esencia musical se mantiene intacta

Tras una pausa, la agrupación de punk rock se reactiva y prepara shows y nuevas grabaciones

Después de hacer música sin parar desde su formación en 1998, el cuarteto punk guayaquileño Pavimento en 2012 decidió hacer una pausa. Sus miembros tenían claro que no se trataba de una disolución, lo que se evidencia en el hecho de que la alineación clásica se mantiene, lo que dice mucho de su compromiso, cuando lo normal en el medio es que las bandas cambien de integrantes continuamente.

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De su primera etapa quedó el registro de los EP Somos lo que somos (2003) y Volar sin alas (2007) y muchos conciertos con gente de la escena local como 69 Segundos, GOE, Camisa de Fuerza, Komo la Tusa, Detonante, Diez 80, Combo Burger (muchas de ellos ya desaparecidos) y bandas foráneos como Pxndx de Argentina y Rufio de Estados Unidos.

Tras su concierto en Lima el 14 de marzo, EXPRESIONES conversó con ellos.

Debido a las experiencias de vida, es inevitable cambiar, madurar por decirlo así. ¿Eso se ha reflejado en sus gustos musicales después del tiempo transcurrido tras la pausa como banda?

Definitivamente sí. Ahora las plataformas digitales te permiten explorar un sinnúmero de propuestas de diversos artistas y estilos. Sin importar el género que escuchemos, deber tener como característica un sonido que no sea muy genérico y que sea genuino, desde la Rosalía hasta Queen.

¿Sienten que Pavimento ha incorporado nuevos elementos sonoros? Su nuevo tema La última vez mantiene el ‘feeling’ de sus anteriores grabaciones.

Nuestro sonido se mantiene, no estamos tratando de reinventar la rueda. La idea es pulir y ver hasta dónde podemos llevar ese sonido que la gente disfruta. Mucho del material que estaremos liberando son composiciones viejas que mantienen esa esencia, pero tenemos en consideración las tendencias actuales de producción y composición.

¿Qué tal la experiencia en Perú?

Siempre es gratificante llevar tus canciones y creaciones a tierras lejanas, con la esperanza de causar impacto, no solo a nivel de producto, sino también a nivel de ejecución.

¿Cómo fue la gestión para tocar allá?

La idea se originó por un comentario en Facebook dentro del grupo Blink 182 Perú. Alguien reconoció a Christopher (vocalista) y sugirió que todo Pavimento debería ir a Perú, si bien ya no a presenciar el recital de Blink 182, para hacer turismo y pasarla bien. De ahí empezó el ruido, se intercambiaron contactos de WhatsApp y comenzaron las gestiones.

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¿Observaron algo por rescatar de la escena limeña que podría funcionar en Guayaquil?

Ambas son parecidas e igual de efectivas. Lo que puedo recalcar es que la frase “Punk is not dead” definitivamente aplica en la escena de Lima, la gente lo vive eufóricamente. Fue como un portal en el tiempo volver a ver congregaciones de ‘patas’ (amigos) reunirse para pasar un buen rato en un concierto de punk.

  • LA ESCENA EN PERSPECTIVA

¿Cómo calificarían la escena guayaca actual con respecto a quince o veinte años atrás? ¿Qué cambios perciben?

Lo que pasó años atrás en la escena punk local será irrepetible, pero no quiere decir que no pueda llegar a ser igual o mejor. Las bandas vigentes de punk, hardcore, ska, etc. ya no tienen un espacio o una plataforma como lo fue en los buenos años la UP. 

Sin embargo, hemos visto que siguen formándose bandas de punk que tienen el desafío de buscar su lugar en los distintos espacios de la escena y eso es bueno, porque tienes conciertos y públicos más diversos. Hoy en día toda banda que hace bien su trabajo desde lo musical, marketing, difusión, redes sociales, tiene un público y gente que quiera seguirla.

  • SELF-PRODUCED

Las nuevas canciones son autoproducidas por la banda en el estudio del baterista Julio Paredes, en colaboración con Luna Studios. El mastering está a cargo de David Dominguez, productor del EP Volar sin alas.