
Patricio Maya, el publicista que se enamoró de la pintura
El artista regresa a la capital con una nueva muestra y un espacio de exposición que lleva su nombre
Una explosión de formas y colores recibe a los visitantes en Maya Private Gallery, el espacio de exposición del artista quiteño Patricio Maya, que abrió sus puertas el jueves por la noche.
Las piezas, que cubren hasta el último rincón de la galería, conforman Códigos vibrantes del alma, la muestra más reciente del artista, que llega un año después de su última exposición en Ecuador.
“La apertura de esta galería es un hito en mi carrera y es un espacio al que le he puesto todo mi corazón”, comenta el artista.
Los volúmenes geométricos, las cromáticas brillantes y los universos abstractos son elementos recurrentes en la obra de Maya, quien se declara admirador de Jean-Michel Basquiat y Wassily Kandinsky.
Curiosamente, el artista inició su carrera en la segunda mitad de su vida, tras años dedicados a la publicidad y la administración de empresas.
Él señala que, en 2020, el confinamiento lo tomó por sorpresa mientras visitaba Ecuador, tras décadas radicado en Estados Unidos.

A solas y sin poder salir, retomó un antiguo hobby que había dejado de lado hacía décadas: la pintura.
“En ese momento necesitaba hacer algo que me permitiera desconectarme un poco de lo que estaba sucediendo”, indica.
A este ejercicio pictórico, Maya sumó la ilustración, los colores vivos, las líneas seductoras y los paisajes caóticos, y pronto pasó de ser un hobby a una actividad de tiempo completo, logrando un extenso catálogo de más de 300 obras.
“Una de las cosas más importantes que se ganan con la edad es la paciencia”, dice.
En Códigos vibrantes del alma, el pintor ofrece una mirada íntima a su universo creativo a través de treinta obras en gran formato, donde combina rostros, figuras humanas y coloridos paisajes.
La muestra se puede visitar en Maya Private Gallery, ubicada en la Av. Granda Centeno y Vasco de Contreras.

Una gira por Estados Unidos
El año pasado, tras presentar la muestra Look at Me en la capital, el artista llevó la exposición a Nueva York, donde permaneció varios meses en exhibición. Códigos vibrantes del alma no será la excepción. La muestra estará en Quito hasta mayo y, en junio, se trasladará a Nueva Jersey, Estados Unidos, para ser exhibida en la galería del American Dream Mall.
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