A inicios del 2020, a muchos fashionistas en Ecuador quizás nunca se les pasó por la mente que para salir a hacer sus compras de necesidad básica, además de llevar su billetera o cartera favorita, meses después iba a ser necesario incluir un nuevo elemento en su vestuario: las mascarillas, para priorizar el cuidado de su salud a causa del coronavirus. Sin embargo, como explica Sasha Santamaría, consultora de moda y estilo especializada en Londres y Buenos Aires, desde hace varios años este artículo de protección ha estado presente en la moda gracias a diseñadores como Zhijun Wang.

“Él se dedica desde el 2014 a la confección de mascarillas antipolución, idea que concibió a partir de su necesidad de protección frente a la contaminación del aire que sufre Pekín, su ciudad natal”, explica Santamaría.

Y es que antes de que inicie la pandemia, ya era común ver a las personas con tapabocas en lugares como China y Japón para protegerse de la polución.

Pero en el Occidente, este complemento ha tomado por sorpresa a la sociedad porque no está habituada a ellas. Alexander Wang, Dolce & Gabbana y Marine Serre son algunos de los diseñadores que durante sus últimos desfiles los incluyeron en sus looks y por eso, poco a poco se popularizaron como un accesorio de moda que a la vez, cumple con la función de proteger la salud.

Propuesta local

En Ecuador, diversos diseñadores también han destinado su ingenio, creatividad y talento en la industria textil para confeccionar mascarillas de telas reusables con novedosos diseños con el objetivo de donarlas y así dar su aporte a la comunidad. Entre ellos, destacan Mónica Campaña y Bertha Serrano quienes comenzaron con esta iniciativa desde hace varias semanas.

En el caso de Campaña, el trabajo lo ha realizado en compañía de su suegra y esposo ya que en el comedor de su hogar montaron su pequeño taller. “Me da una enorme satisfacción saber que puedo ayudar a los demás sin nada a cambio. Ninguna colección en los 11 años que tengo como diseñadora me ha dado tanta felicidad como fabricar estas mascarillas”, detalla.

En poco tiempo, también las pondrá a la venta porque reconoce que se convertirán en un elemento obligatorio de los outfits. “Creo que ahora las personas querrán elegir algo que los proteja, y que al mismo tiempo combine con su ropa y los haga sentir bien al usarlo”, sostiene Campaña.

Por su parte Serrano asiente que también se animó a ser parte de esta iniciativa porque al cerrar las puertas de su fábrica, pensó que junto a su equipo de trabajo podían ayudar desde casa a quienes no tienen los recursos económicos para adquirir las mascarillas. “Las reusables de alta protección están elaboradas con doble tela antifluido con porcentaje de algodón y protección UV; y en el centro se encuentra un filtro para mascarillas quirúrgicas. Las pueden reusar 30 veces”, detalla.

Además, revela que los diseños polka dots (lunares), han sido uno los más solicitados por las mujeres quienes buscan nuevas opciones de mascarillas que las protejan, pero con estampados que combinen con la ropa. “La idea es que cada marca se puede adaptar a las nuevas necesidades y más allá de generar utilidades, se pueda contribuir de forma positiva a la sociedad”, dice Serrano.

En casa

Mónica Campaña ha puesto a disposición de sus seguidores, a través de redes sociales, una plantilla con las medidas necesarias para hacer una mascarilla casera. Lo ideal es elaborarla con tela antifluido.

Recuerde, según la Organización Panamericana de la Salud, no existe ninguna medida 100 % efectiva para prevenir infecciones, pero las mascarillas artesanales son una alternativa de protección. Estas son las medidas: