De raíces francesas y ecuatorianas, Marie Claire Lalanne nació en Quito con la sensibilidad hacia las artes. Ballet y piano eran lo suyo y supo dejarse guiar por su talento desde muy temprana edad.

Con 1,70 de estatura y silueta delgada, fue transformando sus dones artísticos hasta explayarlos como modelo. Así llegó a aparecer en páginas de revistas como Vogue o Modelstopia.

Sin embargo, en 2020 la pandemia la llevó a repensar sobre lo nuevo que venía.

Hoy lidera Blanco Strategy, donde no para de desarrollar sus destrezas en campañas digitales para diferentes marcas del país. Aunque va por más. Para ella el cielo es el límite.

Su día a día empieza desde las cinco de la mañana. Tiene ese ritmo desde chica, solo que ahora sus jornadas pueden terminar a altas horas de la noche.

Cuenta que durante los primeros años de la carrera de Comunicación surgió el mundo que también le apasiona: el modelaje.

Así comenzó la historia de la agencia Blanco. “Muchas de las chicas despuntaron y ahora están desfilando en Dubai o en el Fashion Week de New York”, dice orgullosa de esos talentos que ha descubierto durante cinco años.

Junto a ella estuvieron sus amigos Camilo Vaca, fotógrafo profesional, y Kamila Yánez, experta en marketing. “En pandemia les dije, démosle a esto un twist, ya que las marcas van a necesitar exponerse más en redes. Unimos nuestras capacidades y hoy Blanco es un abanico de estrategias digitales”, precisa.

Desde las producciones para vallas publicitarias hasta las audiovisuales, Marie Claire está pendiente de las piezas claves para que la comunicación llegue como quieren los clientes. Si se da un vistazo al Instagram de la agencia, se pueden ver las campañas para autos de lujo, hoteles, tiendas de moda, bebidas, entre otras.

“Me di cuenta de que podía hacer más de lo que hacía antes con la agencia de modelos”, comenta sobre ese giro que dio a su vida.

CALIDAD VS. CANTIDAD DE SEGUIDORES

Mientras sus días van a la velocidad del wifi, asegura que aún hay quienes, en las redes sociales, dan prioridad al número de los ‘followers’. “Ese es un desafío. Siempre recomiendo dar prioridad a la calidad del contenido. Al menos yo vengo de un mundo en el que el arte siempre estuvo encima mío, entonces soy muy fan de que todo se vea estético”, sostiene.

En este contexto de pandemia sugiere además que “las marcas dejen el miedo y abran los ojos al mundo digital. Hay quienes tienen un montón de potencial para exponerse en redes y, sin embargo, no se arriesgan. Las posibilidades que tiene internet para que conecten y compitan son gigantes”.

Asimismo, alerta sobre los influencers. Si bien han tenido un rol importante, Marie Claire recomienda tener cuidado. “Hay quienes siguen pensando que influencer es aquel que tiene números gigantes de seguidores y, a la final, no son influenciadores. Lo que trato de fomentar es que no todo es números”.

UN PEDACITO DE ECUADOR AL MUNDO

Con el tiempo, su vida artística fue quedando atrás. Si bien baila en zapatillas de puntas desde que era niña, la oportunidad grande llegó a sus dieciochos años cuando la llamaron para formar parte del Ballet Nacional de Ecuador.

Así estuvo algún tiempo. Recorrió el país presentando obras, entre sus favoritas, Romeo y Julieta.

El modelaje también le iba haciendo guiños. A los diecinueve, mientras levantaba la agencia Blanco, viajó un mes a Nueva York para capacitarse con la súper modelo Coco Rocha. Con ese bagaje retornó al país para preparar a los nuevos talentos.

“Soy súper ambiciosa. Siento que si ya cumplí un objetivo hay que seguir al siguiente paso. Y eso lo transmito a mi equipo”, refiere.

Ahora se alista para su próxima meta. “Mi idea es expandirnos como agencia. Tengo puesto un ojo en Estados Unidos y el otro en Francia (aprovechando que tiene la nacionalidad). Quisiera ganar clientes en estos países. No sé si sea muy ambicioso, pero sigo pensando en que sí se puede”.

Parte de los propósitos al cruzar fronteras es mostrar el talento ecuatoriano. “El otro día conversaba con un chica de Ford Models y me decía que ya era muy aburrido tener siempre de spot la ciudad de Los Ángeles. Y sin embargo, en Ecuador hay tantos lugares para hacer campañas magníficas. Rincones que muchos ni conocen y podrían impactar a las grandes marcas”.

Emprender la hace soñar, madurar mucho más rápido, invertir en nuevos equipos, solucionar problemas y luchar contra la incertidumbre de los tiempos de pandemia.

“El mundo digital es algo que no lo podíamos entender hasta que nos llega el momento. Y trabajar en este ritmo a mí me encanta. Yo soy y seré cero chica de oficina”, concluye.