“¡Sembrar papas no es tan meritorio como comandar un ejército!”, le grita indignado el libertador Simón Bolívar a su mejor general.

Antonio José de Sucre no llega siquiera a la treintena pero    ya ha liberado Quito y, completado el encargo bélico, se quiere quedar en aquella fría y hermosa ciudad y casarse con su novia, Mariana Carcelén.

El sentimentalismo de Sucre mortifica a Bolívar, quien le da un ultimátum; no habrá boda hasta que Pasto sea recuperado.

Este episodio es una ventana hacia los caracteres dispares y la estrecha relación entre Bolívar y su mejor general, características que la escritora Águeda Pallares recoge en ‘El fuego interior’, una novela histórica distinta a    las que se han publicado en este género en el país.

Y es que la escritora, que empezó la obra en 2018, narra la vida del patriota con un humanismo que conmueve.

Pero este no fue siempre el caso. Hasta ese año, Pallares no tenía ninguna intención de escribir sobre Sucre, lo que buscaba era una manera de narrar la historia del Ecuador.

La casualidad, sin embargo, se interpuso en su vida a manera de un cuadro y de un visitante norteamericano que su hermano llevó al almuerzo.

“Nunca quise escribir sobre Sucre. Me daba miedo escribir sobre un personaje tan conocido, tan serio. Pero un día mi hermano trajo a la casa a un gringo viejísimo, que cuando vio un cuadro de Sucre entrando a Ayacucho, me comentó que era el mejor personaje y que lo investigue”, dijo a EXPRESO.

Así lo hizo, y en ese proceso se encontró con un hombre enigmático, sentimental, con voz de amando y amado por quienes lo conocieron y departieron con él.

“Cada pueblo tiene una escuela con el nombre de Sucre, hasta el aeropuerto lo lleva. Es una presencia tan importante en nuestra historia, pero sabemos tan poco sobre él, y tampoco se ha escrito mucho. Eso me convenció”, agregó la autora.

El primer borrador ocupó 600 páginas, narró. Se parecía más a un texto académico que a una novela. Fue entonces cuando su editora, Valentina Febres Cordero, la puso en contacto con el editor argentino Mat Guillan, con quien trabajó para darle forma a la historia.

“Mat me recalcó que no estaba escribiendo historia, sino una novela, y que había que introducir la narrativa y buscar el lado más humano de Sucre, había que bajarlo del pedestal de la historia”, señaló.

Esa es la principal fortaleza de ‘El fuego interior’, pues lejos de ser un cliché, es un hombre que se enferma, que sufre, que se enfada y que ama.

El erotismo es un aspecto curioso del libro, pues arranca con su arribo a Santa Elena y con el día en que conoce a Tomasa Bravo, con quien inicia un tórrido romance, y con quien eventualmente tiene una hija.

“Me aterraba abordar ese aspecto de la vida de Sucre, temía que los historiadores me lincharan por escribirlo haciendo el amor”, expresó entre risas la autora, “pero Mat me hizo caer en cuenta de que estábamos hablando de un hombre joven, y que esta era su realidad”, dijo.

Pallares tampoco deja que el buenismo le gane al personaje. En la obra hay escenas sangrientas, como la conquista de Pasto, en las que se vislumbra a un Sucre implacable.

La respuesta al libro ha sorprendido a la escritora, quien señala que este tendrá una nueva edición. “Me alegra cuando me dicen que lo han disfrutado y quieren saber más sobre Sucre”.

Esta pronto será una opción, pues alista dos nuevas entregas en las que continuará novelando la vida del personaje hasta su trágica muerte en 1830.