
Andrea Rubio: "No soy de piedra, los reinados son una gran presión"
La Miss Internacional 2023 visitó Guayaquil y habló de los certámenes, su novio y proyectos. Disfrutó de la comida guayaca
La venezolana Andrea Rubio (26) visitó Guayaquil como invitada especial de la organización Miss Ecuador. Con o sin maquillaje luce muy guapa. Modelo y comunicadora social, fue coronada Miss Internacional 2023, tras haber representado al estado Portuguesa en el Miss Venezuela 2022.
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Su trayectoria en las pasarelas se fortaleció al ganar el reality La agencia: Batalla de modelos, de Caracol Televisión, en Colombia. Compartió con Eunice Rivadeneira, Miss Ecuador 2024, y con la nueva soberana, Gisselle Rosales, quien nació en Cuba y creció en Machala.
Es su primera vez en la ciudad de Guayaquil.
Me siento contenta, la gente ha sido muy atenta y amable conmigo. Yo vivo entre Colombia y Venezuela, pero en estos momentos mi base principal es Caracas, allá tengo a mi familia. Viví siete años en Bogotá, donde me gradué en Comunicación Audiovisual y Multimedia. Estoy viajando mucho, ya habrá momento de quedarme en casa. Me lo disfruto. La corona de Miss Internacional 2023 la recibí en Japón. Ojalá exista la oportunidad de volver, me encanta conocer gente. Es un certamen muy tradicional.
El año pasado se quedó con las ganas de visitar Ecuador…
Me invitaron, pero desconocía que necesitaba una visa. No me permitieron la entrada. Me regresé y dije que sería en otra oportunidad. Ahora estoy más tranquila, con más ‘cancha’ (experiencia) y enfocada en mi carrera. Cuando tenía aproximadamente 16 años estuve en Quito para grabar un comercial. Mi papá (Felipe) tuvo una fábrica de juguetes y la familia participaba.
También vino con todas las ganas de probar la gastronomía ecuatoriana.
Por supuesto. Amo comer lo que sea, el encebollado.
"Tenía que estar perfecta siempre"
¿Siempre le atrajeron los reinados?
Los reinados no, pero el modelaje siempre. De lo primero me fui enamorando poco a poco. Me interesó el Miss Venezuela porque vi los resultados después de haber participado en ese concurso de belleza, luego de haber vivido ese proceso. Lo consideré un gran trampolín, una gran oportunidad para abrir muchas puertas. Yo quería aquello para mi carrera. Nunca había recibido tantas críticas hasta que fui Miss (risas).
¿Le afectan las críticas, el qué dirán?
Es diferente cuando se representa a un país. No soy de piedra, es una gran presión. Tenía que estar perfecta en todo momento. Me levantaba temprano para arreglarme, jamás me iban a ver con la cara lavada.
Por provenir de un país de reinas, de seguro le exigían que dé lo máximo...
Soy muy estratégica, planificaba cómo me veía o me mostraba. Al ser de un país de reinas, no podía permitir fallas. Cada quien tiene su magia y personalidad. A mí me encantan las operaciones, nunca me he sentido frustrada ni tampoco insegura. Pero confieso haberme hecho retoques en la nariz, los pechos, con un gran dolor, además de una microlipo en el vientre. Aunque soy miedosa y no me agrada la sangre. Tengo pecas en el rostro, pero prefiero no dejarlas ver.
Cuando dejó su tierra, no lo hizo solamente por estudios, ¿verdad? La situación política y social venezolana seguramente es otra de las razones.
Así es. Mi colegio pertenece al Opus Dei. Siempre fui muy católica, ahora no soy practicante. La Universidad de La Sabana también es del Opus Dei, me enamoré de ese lugar. Colombia está cerca de Venezuela, era una forma fácil de ver también a mi familia. Muchos se fueron a Europa. Mi mamá (Maricela) no quería que yo me fuera lejos. Tengo allá una familia muy grande.
Se despide de los reinados
En los reinados no todo es color de rosa…
Me sorprendieron los reinados, por lo amistosas que son las chicas. El año pasado, una amiga que concursó conmigo me invitó a su boda en París.
Pero hay ‘picas’, envidias e incluso dicen que entre candidatas se dañan la ropa o los zapatos.
Lo sé. No todas van con la misma actitud, pero las que van con buena onda son amigas para toda la vida. Por si acaso, las maletas siempre van cerradas con llave. Nunca se sabe.
¿Les dirá adiós a los certámenes?
Se acaban. Me gustan, pero ya no. Les deseo suerte a las próximas aspirantes. Es un sacrificio, se deja de trabajar y facturar de forma independiente. Se trabaja para una organización y hay que analizar hasta qué punto eso es rentable para nosotras. Me costaba hacer caso, compartir en equipo. Desde jovencita me mantengo.
"Conocí a Osmel Sousa en la peluquería"
Aunque ya se arrepintió por lo que dijo, Osmel Sousa comentó que un empresario ruso le regaló la corona a la Miss Universo 2013 (Gabriela Isler). ¿Considera que se le pelaron los cables al Zar de la Belleza?
(Risas) Me encanta la polémica. No sé, pero conozco a Gabriela, es una chica amable, hermosa, completa en todo el sentido. Los que han trabajado con ella la quieren, es muy cordial con todo el mundo. En una ocasión nos comunicamos por Instagram porque es una de mis reinas favoritas, y como ella fue directora de la organización Miss Venezuela, le escribí para saber si las postulaciones estaban abiertas. Es muy respetuosa y encantadora.

Sin embargo, a Osmel no le cae bien. Siempre le lanza indirectas, la llama traidora...
Una mujer que ha ganado una corona universal no puede caernos mal. A Osmel lo conocí en la peluquería de Ivo Contreras en Venezuela. Ese día parecía loca, iba a colocarme unas extensiones. Me di cuenta de que no podemos salir a la calle como nos dé la gana, desarregladas. No sabes con quién te encontrarás. Ivo me lo presentó, me trató cordialmente. Me quedo con eso. Me felicitó cuando gané y me encantó porque es el Zar de la Belleza.
Desde su experiencia de haber sido reina, ¿qué sugerencias les daría a las que están por venir?
En mi plataforma digital Aprender con Andre siempre les digo que la preparación es fundamental. Cuando estás en un reinado, la vida cambia; no solo cambia lo físico, también lo interno. Si no nos sentimos bien, no nos veremos bien en entrevistas, redes sociales ni sesiones de fotos. Es un medio que sube y baja, y debes aprender a vivir en ese constante movimiento. El rechazo es parte importante: no todos los ‘no’ son un no. Quizás el camino es por otro lado. Es un medio competitivo y, si no se está preparado, tal vez hasta ahí llegue la carrera.
Tras los reinados, los proyectos no se han hecho esperar…
No quería estar dependiendo de otros ni manejando sus tiempos. Por ello decidí lanzar un programa que sale por YouTube y que se llama Desinhibida show. A veces lucho con esa parte que me dice que he sido reina y que no puedo ser tan desinhibida, aunque en otras ocasiones tengo claro que ya debo pasar esa página. Entrevisto a famosos, no solo a reinas de belleza. Me divierto mucho. Además, acabo de sacar un curso online en Aprender con Andre para crecer en redes y fortalecer la marca personal.
Ya vive en pareja
Está enamorada y ya vive con su novio…
Estoy enamorada de la vida y de mi novio, el deportista Juan Pablo Palacios. Es bello, nuestra relación ya tiene dos años. Nos mudamos a vivir juntos en Venezuela. Antes vivía con mis padres. Me apoya. Como perteneciente al Opus Dei, no debería vivir con alguien sin casarme. No estoy apresurada ni desesperada. No creo que sea ahora (momento de) el matrimonio, tal vez más adelante.
¿Está lista para cuando aparezcan las primeras arrugas y canas, con el paso del tiempo?
He basado mi carrera no solo en la belleza. Sé que no estaremos perfectas siempre. Estoy preparada para vivir las diferentes etapas.
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