
¿Turismo negro en Guayaquil? El potencial de la 'abandonada' calle Julián Coronel
Expertos ven en sus históricos edificios, desde una cárcel hasta un anfiteatro, una ruta única para atraer nuevos visitantes
El tiempo ha dejado a la calle Julián Coronel a merced de los fantasmas. Es solo un kilómetro de caminata, pero son más de 100 años de historia en patrimonios que hoy no están habilitados para su visita, ni en intención.
Valor histórico de la calle
El historiador Fernando Mancero explica por qué a la vía la apodaban la “calle de los lamentos”. Su dualidad, relata a EXPRESO, “se encarna en las estructuras que la flanquean: desde el ‘carácter punitivo’ de la Cárcel Municipal hasta la asistencia del Hospital Luis Vernaza o el antiguo Hospicio Corazón de Jesús”
Es un trayecto que evoca ‘sentimientos encontrados’; un mismo espacio que une el castigo y el cuidado, el aferrarse a la vida o el repensar la muerte en sus cementerios y en su anfiteatro.
Mancero insiste en que todo ese patrimonio encerrado posee un inmenso potencial. Ve en la antigua cárcel un futuro punto de interés “cultural y turístico”, y en el Hospital Luis Vernaza, un imponente “palacio” que deberá ser aprovechado. Para él, rehabilitar el Cementerio de los Extranjeros sería “una cosa extraordinaria” que, junto al Cementerio General -el gran “museo a la libre” de la ciudad-, conformaría un circuito invaluable.
Un análisis social, primero que nada
Para el gestor cultural Luis Alberto Illescas, cualquier proyecto debe partir de un “análisis profundo de la realidad social del entorno”. Considera fundamental comprender y atender las problemáticas de la zona -la situación de calle, el consumo de drogas y la delincuencia- antes de cualquier intervención.
Su plan, por tanto, busca restaurar el anfiteatro para convertirlo en una biblioteca o escuela de artes y crear un museo dentro del hospital, enriqueciendo la propuesta con leyendas urbanas y la conexión de la Aerovía. Sin embargo, recalca que su ejecución depende de la voluntad y las alianzas entre el sector público y el privado.

Turismo negro, otra opción
Desde la visión del turismo, el ingeniero Holbach Muñetón afirma que el potencial reside en un nicho poco explorado: el “Dark Tourism” o turismo negro. Su propuesta es “recomponerla” y “aprovecharla más”, transformando su carga histórica en un producto, tal como Chicago capitaliza su pasado de mafiosos.

“Aprovechan las cosas. Yo creo que aquí hay historia, hay leyenda que, desde mi punto de vista, no está aprovechada”, sentencia. No obstante, Muñetón identifica el obstáculo fundamental: la inseguridad. “¿Tenemos toda la seguridad para ir a hacer un recorrido? ¿Los turistas pueden ir a caminar por ahí?”, cuestiona, concluyendo que esta es la razón por la que se han desperdiciado oportunidades evidentes.
La academia, por su parte, aporta una visión integral. El arquitecto Brick Reyes habla de varias propuestas, como transformar la cárcel en un centro cultural, en aulas para disciplinas artísticas o en “sitios de hospedaje” para familiares de pacientes del hospital. Más allá del uso, subraya que el objetivo es “rescatar el edificio que está perdido” y potenciar el sector con la infraestructura existente, como la Aerovía y la Troncal 4.
Su propuesta es crear un complejo urbanístico con corredores verdes que integre comercio, gastronomía y el mercado artesanal, para así formar un “cinturón turístico” que invite a las familias a caminar y disfrutar de la ciudad.
Moradores saben del valor de su calle, pero no se sienten atendidos
Pero mientras los expertos proyectan planes sobre el papel, la realidad de la Julián Coronel la viven sus moradores. Ellos sí están conscientes: “¡Uhhh! Es ‘mucho patrimonio’ esta calle, pero mire cómo están las baldosas, y no han mejorado la iluminación. Hace seis años que el Municipio no nos atiende”, mencionaba a este Diario el residente Faustino Osorio, quien junto a sus vecinos recogía firmas y sorteaba una licuadora para poder instalar luminarias LED en una calle que, al llegar la noche, desaparece entre las penumbras.

Este Diario consultó al Municipio de Guayaquil sobre alguna iniciativa turística o de regeneración en el sitio, pero hasta el cierre de esta reportaje no hubo respuesta.
