SEMANA SANTA FERIADO
Tradición. Muchas personas concordaron que no comerán carne el Viernes Santo, por “respeto a la tradición”.Valentina Encalada / Expreso

Supersticiones de Semana Santa: ¿Qué es verdad, qué es mito y cuál es el castigo? 

¿Comer carne o tener relaciones sexuales son ofensas? Religiosos responden EXPRESO. Ciudadanos cuentan cómo viven esta conmemoración y si acatan las creencias

La Semana Santa arrancó y trae consigo un carrusel de actividades, tradiciones, como las procesiones que regresan a la presencialidad y, por supuesto, las supersticiones. Estas no solo acompañan a la comunidad católica desde hace décadas, sino que también atrapan a cualquier ciudadano, incluso a los ateos.

Que si alguien se atreve a bañarse se convertiría, cual metamorfosis de Franz Kafka, en pescado o sirena; y que comer carne, realizar quehaceres domésticos o decir palabrotas son graves ofensas hacia Dios; forman parte del abanico de las creencias que sembraron temor en muchas generaciones. Y que continúan.

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Para despejar ciertas dudas, EXPRESO conversó con dos sacerdotes y ciudadanos sobre si han seguido a rajatabla estas advertencias, qué otras curiosas han asumido y qué dice la Iglesia católica frente a ello.

Por ejemplo, Donny de León, sacerdote de la parroquia Santísimo Sacramento, tiene claro que estas supersticiones (como la creencia de que si una pareja mantiene relaciones sexuales permanecerá ‘pegada’, o si alguien se trepa a un árbol se transformará en mono obedecen a las creencias que eran arrastradas por los antepasados, quienes “vivían con intensidad estos días”.

“La Iglesia nos pide todo el tiempo vivir en estado de conversión, dar la espalda al pecado y optar por Dios. Sin embargo, estas fechas son para meditar más intensamente la entrega de Jesús por nuestros pecados, se hace un énfasis especial”, explica.

Sobre la abstinencia a comer carne, recalca que se trata de un sacrificio que muestra la “renuncia a la vida de este mundo, para vivir para Dios”.

Nos asustaban con cosas como que te convertirás en pescado si te llegas a bañar y era prohibido comer carne. Lo que suelo hacer es comer fanesca y pasarla en familia

Cira Sáenz, ciudadana

Omar Mateo, canciller de la Arquidiócesis de Guayaquil, recuerda que la Semana Mayor consiste en actualizar el misterio de Jesucristo, en hacerlo presente y que “la cruz no pasa de moda”. “Podemos cambiar esas tradicionales normas de penitencia. Cambiar el no comer carne por no ver telenovelas. No estar conectado a Internet también puede funcionar. Lo importante es que debe ser algo que nos cueste sacrificio, una pequeña penitencia ofrecida al Señor”, opina el religioso.

Mateo admite que muchos elementos del cristianismo han sido mezclados con estas supersticiones. Que hay que superarlas, formarse, estudiar un poco, para no dejarse llevar por estas, que no llegan al “conocimiento de Dios”.

Para júbilo de muchos, el sacerdote remarca que, en torno a estas antiguas creencias, “en realidad no va a pasar nada”.

Pero el miedo aún invade a diferentes fieles y a otros que no profesan religión alguna. Carmen Mendoza, educadora que habita en la ciudadela Urdesa, todavía guarda en su memoria aquellas advertencias que tuvo de niña, y otras que hoy en día ya dejó de lado. “No podíamos jugar, bañarnos, gritar... ¡nada! Eran días dedicados a orar, comer pescado y recordar a Jesús. Ahora me voy a la playa y paso en familia”.

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Con ese pensamiento también concuerda Eduardo Mora, residente del conjunto habitacional La Joya, quien asegura que no comerá carne el Viernes Santo, aunque sí se bañará y realizará sus actividades diarias con normalidad.

“Esas tradiciones, así como la de priorizar los mariscos, siguen, me gustan. Más allá de si tienen relación o no con la religión, son tradiciones”, concluye.