
¿Por qué Sauces 6 se inunda con cada lluvia? Esto dicen expertos y vecinos
Las anegaciones son un calvario de siempre para los moradores. Emapag anunció medidas en este barrio ''mal diseñado''
En Sauces 6 se empozan los problemas de haber sido mal diseñada. Esto no es solo el sentir de sus ciudadanos, que, con las intensas lluvias, deben transitar con zapatos en mano y extremo cuidado, sino una realidad que la misma municipalidad admite, pero no puede controlar.
''Un problema de toda la vida''
El paisaje era como el de un río la mañana de este martes 4 de marzo, tras una intensa lluvia con tormenta eléctrica, en la calle principal de este vecindario, que conecta la av. Antonio Parra con la av. Isidro Ayora.
‘‘Desde que fundaron esta ciudadela es lo mismo (la inundación). Las casas se han hecho más altas, pero, con el paso de los carros, las olas se meten’’, dijo Carmen Muñoz, quien lleva 37 años residiendo en una de las peatonales del barrio.
Ella aprovechó que la lluvia había cesado para barrer la basura que la ‘marea’ arrastró hacia su parterre.
Emapag reconoce el problema y lo explica
Ante este escenario, el Municipio de Guayaquil, a través de su ente de regulación y control (Emapag), explicó días atrás que el diseño original de Sauces 6 no consideró el efecto de las mareas en el drenaje del sector. La zona se encuentra en un punto bajo con respecto a su entorno, con una cota de 2,5 metros, lo que significa que, cuando la marea sube a 4,90 metros, el agua tiene pocas opciones para fluir correctamente
Los especialistas de la autoridad municipal complementaron que esta situación se agrava con la acumulación de basura en los sistemas de drenaje, un problema recurrente en muchos sectores de la ciudad. Cuando llueve, las alcantarillas colapsan, impidiendo que el agua escurra de manera eficiente.
Mala disposición de desechos
‘‘Acá las personas escuchan que pasa el recolector, lo ven como se va y aún así deciden salir a botar la basura. Aquí no hay comité ni organización’’, dijo Jorge Calderón, quien sostiene que todo es una amalgama de desorden que nunca tiene solución. Al ser consultado si se cambiaría de domicilio por esta coyuntura, entre risas negó, pues ‘‘no es tan fácil’’.
‘‘Es la primera vez que veo esto’’, dijo con asombro Hugo Vera, de 81 años. Él, aunque no vive en dicha calle, tuvo que hacer compras en una tienda aledaña. ‘‘Me toca caminar con cuidado. ¿Quién me ayuda si me caigo? Uno no logra ver el piso’’, contó a EXPRESO.
Las anegaciones salpican consecuencias al comercio local. Paulina Reyes se encontraba sacando el agua que entró al negocio de empanadas que atiende. ‘‘Ni porque tenemos un muro nos salvamos. No es tanto ya hasta dónde llega el agua, sino que los carros que pasan hacen olas. Tengo que tener desconectados los electrodomésticos’’, mencionó resignada, pues es el escenario diario en invierno.
En los otros locales que colindan, el panorama era similar, salvo por los mismos vecinos que, acostumbrados y con hambre, se mojan para comprar un bolón u otro aperitivo. ‘‘Sí, los que nos conocen siempre nomás vienen, pero sí cayeron nuestras ventas. Nadie quiere venir para acá’’, acotó John Asitimbay, administrador de un restaurante.
Un calvario que urge de una solución
Para alertar a los conductores de que el agua puede paralizar su marcha, los vecinos han colocado banderas negras en un cordel que atraviesa toda la calle. Producto de las inundaciones, una línea de bus tuvo que cambiar su recorrido.

De las peatonales salían cuidadosos los residentes. Muchos acompañaban a los adultos mayores hacia las avenidas principales para tomar el transporte público. Durante el recorrido de este Diario, se visibilizaron camionetas de Interagua en el perímetro de Sauces 6, pero no destacó el aclamado camión ‘hidrocleaner’.
La Alcaldía de Guayaquil anunció que se han planteado proyectos para mitigar el problema, como la instalación de ‘‘una compuerta antirretorno’’, que impediría que el agua del río ingrese al sistema de drenaje pluvial. Además, instan a que la ciudadanía evite el taponamiento de los sistemas de aguas lluvias con una correcta disposición de basura.
Sin embargo, estas medidas siguen siendo paliativas. Para los habitantes de Sauces 6, las promesas de solución han sido constantes, pero la situación sigue igual año tras año. Aunque las autoridades aseguran que hay proyectos en marcha, la pregunta sigue en el aire: ¿cuándo dejará Sauces 6 de inundarse?