
La Perla y Aerovía, símbolos de una ciudad que pierde atractivo
Pandemia e inseguridad afectan al malecón. Municipio acepta pago de deuda: 90 % en boletos y 10 % en efectivo
Guayaquil cuenta con un abanico de íconos que se han convertido en símbolos turísticos. Sin embargo, las cifras de los últimos años muestran escenarios poco alentadores. La Perla, la noria gigante que se levanta en el malecón Simón Bolívar, y la Aerovía son ejemplos claros.
El pasado 14 de agosto, la edil Juana Montero presentó en el Concejo Cantonal una moción para autorizar un acuerdo con la compañía Representaciones y Operaciones Latinoamericanas Reprolimit Cía. Ltda., concesionaria de La Perla. La propuesta recibió el apoyo de 14 concejales.
Cabe recordar que el contrato con Reprolimit fue firmado en 2015, durante la gestión de Jaime Nebot, por 25 años. La Perla se inauguró como un atractivo turístico y un símbolo de modernidad. Pero desde 2020 la concesión enfrenta problemas económicos.
En los informes de los anexos publicados en la Alcaldía destaca el documento jurídico DAJ-CP-2025-5039, donde consta que la empresa adeuda 90.693,53 dólares por entradas no pagadas (desde marzo de 2020) y 65.876,66 dólares por IBR (Índice de Beneficio Recurrente), sumando un total que supera los 156.000 dólares.
Municipio de Guayaquil acepta pago de deuda: 90 % en boletos y 10 % en efectivo
El documento concluye que el pago se realizará por dos vías: 10 % en efectivo y 90 % en entradas para la atracción, “bajo un plan municipal preestablecido y con mecanismos de trazabilidad y control previamente definidos”.
Esto fue confirmado por la concejal Ana Chóez, quien recalcó: “La deuda se pagará así: 10 % en efectivo y 90 % en boletos de ingresos no entregados”. Y se estableció que no habrá multas ni cobro de intereses. La razón, según los informes, es que los incumplimientos se dieron por la ruptura del equilibrio económico del contrato y por la ausencia de un administrador designado por el Municipio en años anteriores.
La pandemia, el cierre temporal del malecón Simón Bolívar y la inseguridad, que aún golpea a la ciudad, agravaron el panorama. Según los documentos revisados por EXPRESO, la circulación en el malecón cayó hasta un 90 % frente a los niveles previos a la pandemia.
Pese a campañas de mercadeo, la atracción no logra alcanzar la rentabilidad esperada en la principal ‘cara bonita’ de la ciudad. Esto abre el debate: ¿puede ser rentable La Perla en el contexto actual del malecón?
EXPRESO buscó la postura oficial del Municipio y detalles sobre el uso de las entradas, pero hasta el cierre de este artículo no hubo respuesta del equipo del Departamento de Comunicación del alcalde Aquiles Álvarez.
La Aerovía de Guayaquil y sus rutas
La situación de la Aerovía tampoco es alentadora. Datos de la página oficial de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), en el apartado de “Rutas Activas”, muestran que en agosto de 2021 se registraron 340.060 viajes; en agosto de 2022 la cifra bajó a 317.456; en julio de 2023 se redujo a 300.096; y en agosto de 2024 los viajes cayeron a 245.499. En julio de 2025 hubo 247.810 viajes, apenas una leve recuperación, pero todavía muy lejos de los niveles iniciales.
La Perla y Aerovía: expertos opinan
El urbanista Carlos Jiménez da su opinión sobre ambos servicios. En cuanto a la noria, considera que no fue un mal proyecto en su concepción, ya que “muchos países tienen una similar”, pero advierte que la realidad de Guayaquil es otra. “El centro de la ciudad no es llamativo y el malecón cada día resulta menos atractivo para los turistas”, opina.
Sobre la Aerovía, Jiménez sostiene que replantearla “es bastante complicado” y que hoy “sigue siendo una carga para el Municipio”. En su diálogo con EXPRESO subraya: “Todos los proyectos deben ser autosustentables y autogestionados. Cuando un espacio necesita ayuda pública significa que el proyecto no fue bien concebido. Hay otras prioridades”.
El arquitecto Brick Reyes, por su parte, cree que la noria sí cuenta con un entorno atractivo y que es un punto de referencia, pero cuestiona la planificación. “¿Se consideró una consulta pública que recoja opiniones y necesidades? ¿Las estadísticas sobre incremento de turistas locales e internacionales justificaban la inversión para garantizar su mantenimiento y evitar que se convierta en una carga pública como lo es en la actualidad?”, se cuestiona.

Según Reyes, el malecón de la ría necesita un plan turístico agresivo que incremente la llegada de visitantes, acompañado de una reingeniería de sus espacios públicos. “Estuvieron bien hace un cuarto de siglo, pero ahora es notorio que debe darse una nueva imagen y refrescar su oferta de equipamientos. El problema de fondo sigue siendo la inseguridad, y si no se trabaja en eso, es difícil”, añade.
Con respecto a la Aerovía, su diagnóstico es más tajante. “La problemática es similar. Fue una pésima decisión implementar un sistema de movilidad masiva que no fue aceptado por la comunidad, nunca consultada. Se aplicó un modelo desintonizado, desconectado de la transportación pública, tanto en su ruta de origen como en destino”, concluye.
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