Guayaquil

La economía informal reina en las playas del país

El grupo de investigación en Turismo Marino-Costero de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) presentó seis trabajos.

Investigador Espol
Mathias Pecot estudió la informalidad en las playas.Jimmy Negrete

La realidad turística en la Costa ecuatoriana fue analizada por el grupo de investigación en Turismo Marino-Costero de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol).

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Estos trabajos, que se realizaron durante cinco años, estudiaron puntos como la economía, el turismo comunitario, los vendedores ambulantes, la planificación y manejo turístico de las playas. Durante la mañana de este jueves 16 de enero de 2020, cuatro docentes investigadores expusieron los resultados.

Mathías Pecot, coordinador el grupo, analizó las economías turísticas formales e informales. Su investigación se desarrolló en las playas: Puerto Engabao, Chipipe, Ayangue y Olón, porque son representativas del Litoral.

En ellas se reflejó que, de los 106 establecimientos analizados, solo 12 cumplieron los tres tipos de requisitos legales para su funcionamiento: Registro del Ministerio de Turismo, de Contribuyentes y afiliación al Seguro Social).

“La formalidad no existe. Encontramos una realidad mucho más compleja que nos lleva a pensar en el concepto de informalidad. Hay una economía turística diversa, no hay una sola forma de emprender en turismo”, analizó.

Existe un desvalorización de lo nuestro. En la Costa nos definimos por el territorio.

Vanessa León
​subdencana FCSH

Carla Ricaurte, otra de las investigadores estudió, desde la perspectiva sociológica, cómo la relación entre los vendedores ambulantes de las playas y las entidades de gobierno facilitan procesos de asociación, auto organización y acción. Wilmer Carvache detalló los factores que empujan a los visitante a elegir un destino de sol y playa del Ecuador.

Vanessa León, subdecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas de la Espol y quien también expuso una investigación sobre Turismo comunitario, dijo que este tipo de trabajos revelan realidades que ocurren en las playas y que no necesariamente se apegan a los modelos regulatorios internacionales que existen en el país.

“Nos preocupa que se continúe pensando que lo que hay afuera es lo mejor. Lo nuestro es lo mejor”, comentó.