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Las hermanas Quiroz en plena acción de sus entrenamientos.CHRISTIAN VINUEZA

Remo: Guayaquil Rowing Club forma campeones entre callos, agua y esperanza

El Club Guayaquil Rowing es semillero de remeros que entrenan sin apoyo estatal, pero con sueños de gloria

En el mundo del fútbol, un entrenamiento de Serie A es un espectáculo aparte. Los jugadores llegan en autos de lujo y todo está resuelto. Pero en el remo, la historia es distinta.

Los remeros ecuatorianos entrenan con las uñas, por pasión y sin contratos millonarios. Además de ser atletas, también son entrenadores, utileros, y hasta jefes de prensa.

Una tarde de entrenamiento

Es martes 22 de julio, 14:00. Un grupo de jóvenes sale desde Primavera 1, en Durán, rumbo al muelle. Algunos madrugan a las 05:00, otros entrenan en la tarde. Los botes viajan en camionetas, como si fueran simples tablas. Pero para ellos, el agua es un campo de sueños.

El Guayaquil Rowing Club, dirigido por Paulo Salavarría, es la cuna de estas historias. Remero y ahora entrenador, transmite su pasión a sus hijos: Julián (8 años) y Christopher (15).

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Aquí comienza todo, Daniela Tadino ya esa en el bote, las hermanas Quiroz sigue lo que será un entrenamiento más.CHRISTIAN VINUEZA
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De aquí salieron campeones panamericanos y olímpicos

Este club ha formado atletas como Gabriel Solá, el primer remero ecuatoriano en unos Juegos Olímpicos (Río 2016), y al equipo femenino juvenil que logró bronce en los Juegos Panamericanos de Cali 2021.

Estas medallas nacieron del sacrificio: sin recursos ni reflectores, solo con disciplina y coraje.

Las manos que reman también cuentan historias

Las hermanas Juliette (12) y María José Quiroz (10) cargan los botes como guerreras. Daniela Tadino (17) y otras chicas como Fiorella Triviño (10), Emily Baren (17), Pamela Molina (12) también entrenan con pasión. Desde los malecones de Guayaquil y Durán, los curiosos se detienen a verlas remar.

"El remo me da vida. Mi sueño es darle algo grande a Ecuador", dice Juliette con los ojos llenos de esperanza.

Las hermanas del Quiroz del Remo._02
Emily Baren, Daniela Tadino, Juliette Quiroz, María José Quiroz, Pamela Molina, Paulo y Christopher Salavarría.CHRISTIAN VINUEZA

Un club sin sede fija, pero con corazón firme

Salavarría recuerda: "La idea del club nació tras ganar la regata Guayaquil-Posorja. Quise devolver algo a la comunidad". Hoy el club no tiene sede fija, entrenan en espacios improvisados cerca del Malecón 2000 y el de Durán. Tienen un espacio alquilado en el Parque El Lago, pero queda lejos.

Han pedido ayuda a municipios y la Prefectura del Guayas. Hasta ahora, nadie ha respondido.

"El país está futbolizado. El remo sigue esperando", lamenta el entrenador. Todo el proyecto se financia con apoyo de amigos como Roberto Gilbert y María Flor Ortiz, y con la ayuda constante de su esposa Magdalena Cajamarca.

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Las prácticas se hacen en el río Guayas y Babahoyo.CHRISTIAN VINUEZA

El sueño sigue flotando en el río

Ahora se preparan para la primera Copa de Remo en el Lago San Pablo, Imbabura. Sueñan con tener una bajada propia al río Guayas. "No se gana dinero, se gana felicidad", dice Paulo.

Juliette y María José también brillan en el patinaje artístico. Su madre, Magdalena Cajamarca, no se pierde un entrenamiento.

"Lo más grande no son las medallas, sino su corazón de luchadoras", dice emocionada.

En el remo, el premio es cada callo nuevo, cada brazada, cada vez que el agua devuelve la mirada.

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