
Jonatan Álvez: "Llegué a hacer lo que quería, pero eso era inmadurez"
El uruguayo recuerda a Barcelona SC, sus alocados festejos y el impulso que de un Clásico del Astillero
No solo es recordado por la hinchada de Barcelona SC por su campaña en la Copa Libertadores 2017 y los títulos de 2016 y 2020. Jonatan Álvez se ha ganado un lugar en el corazón de los amarillos por sus goles a Emelec en los Clásicos del Astillero.
El atacante uruguayo, de 36 años, quien fue parte de los eventos por el centenario del Ídolo, rememoró para EXPRESO esos duelos intensos y los festejos cargados de ‘locura’.
¿Cuál fue la mejor locura que vivió en Ecuador?
Ir a celebrar con la hinchada. Esa me marcó mucho. Después de eso, me gané el cariño de la gente. Lo lindo fue que se repitió en el Centenario.
¿Esa celebración cambió en algo su carrera?
Sí, sin duda. Me salió de la nada hacer eso, y desde ese momento la gente me empezó a ver distinto.
¿Fue algo espontáneo o ya lo tenía en mente?
No, fue una locura del momento. Dije: “En cualquier rato me voy con la gente”. Y sucedió. Creo que les debemos mucho a los hinchas, porque siempre están ahí. Cuando ellos apoyaban, yo trataba de dar lo mejor de mí. Fue algo que nació, simplemente fui a disfrutar con ellos, se lo merecían.
¿Alguien le ha dicho: “yo estuve ahí contigo ese día”?
Sí, muchas veces. En la calle me han parado para decirme: “¡Hey! ¿Te acordás cuando me abrazaste?”. Yo no me acuerdo, porque con la adrenalina no sabés ni a quién abrazás. Pero sí, mucha gente lo recuerda y eso es una adrenalina diferente.
¿Cree que se quedó en el corazón de la gente?
Sí; eso hay que ganárselo. Creo que lo hice con goles, primero que nada. Y después, con las huev%&$ que tenía. Me identifiqué con eso. Aun así, con el tiempo uno madura y ve las cosas distinto.

¿Su locura más típica?
Me valía ‘paloma’ el mundo, por no decir otra cosa. Hacía lo que quería. Pero eso era inmadurez. Después de los 30, uno empieza a pensar más, y cambia.
¿Cree que por eso se ganó el cariño de la gente?
Sí, creo que era un loquito bueno, como dicen. Más allá de eso, gané el respeto y la admiración porque el equipo jugaba bien y yo aportaba con goles. Ganamos títulos (2016 y 2020) y llegamos a una semifinal de Libertadores en 2017.
¿Cuál es el partido que nunca olvidará?
Los Clásicos del Astillero, definitivamente. Siempre fueron bravos, pero también fueron los que más disfruté. Por el ambiente, por los goles. Hacerle un gol a Emelec era una fiesta. Esos partidos son distintos. Se extrañan.
¿Cree que sus goles a Emelec son los más memorables?
Claro. Nunca los olvido. A la gente le encanta hablar de eso, de los apodos, del ambiente... se vive diferente.
¿Qué significó para usted volver para la fiesta de los 100 años del club?
Fue algo único. Los que vinimos, difícilmente estaremos en los siguientes 100... ¡Uy! No sé si llego ni a los 50 (sonríe). Fue lindo ser parte de eso, que la historia del club te incluya. Poder contarle a tus hijos que fuiste parte de algo tan grande, eso es lo más bonito.
Hoy pueden contarles a sus nietos, y hasta mostrarles el video...
Claro, la gente de antes no podía, todo era en blanco y negro. Hoy, con la tecnología, los que vengan van a poder vernos en una pantalla, ver que estuvimos ahí. Uno deja una marca, una huella en el club y en la gente. Eso es lo más lindo.
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