
Emily Arias, la goleadora de Ecuador que sueña con clasificar a Los Ángeles 2028
¿Quién es Emily Arias, la goleadora ecuatoriana que sueña con Los Ángeles 2028?
Emily Arias tiene 22 años, pero cuando habla de fútbol lo hace con la ilusión de una niña que todavía juega en la calle. Su sonrisa lo dice todo, esa que se le iluminó cuando marcó su primer gol en la Copa América ante Uruguay. “Fue para mi mamá. Era su cumpleaños y yo no pude estar con ella… le dije antes de viajar: ‘Si entro y hago un gol, será tu regalo’. Y pasó. Cuando la pelota entró, solo pensé en ella”, confiesa.
La goleadora de Ecuador —dos tantos en el torneo— se llama en realidad Emily Rosa Arias Espinales, pero en su casa no le dicen ni Emily ni Rosa. “Mi papá me llama Perijá. Dice que me parezco a una actriz que veía hace años. Ese apodo se quedó ahí, familiar, de cariño”, cuenta, riendo.

Todo fue sin querer... queriendo
Y en esa casa, empezó todo. Emily no nació futbolista. Lo suyo era estudiar, pero su hermano fue quien la metió en la cancha. “Yo lo acompañaba a sus entrenamiento, hasta que un día me dijo: ‘Ven, entra a jugar’. Y así, sin querer, comencé a patear con varones. Mi papá nos metió en una escuela de fútbol. Yo tenía 11 años. No sabía que era buena, pero jugaba y marcaba siempre”, recuerda.
Desde entonces, Arias no se detuvo. Pasó por las escuelas del San Francisco, jugó en la Sub-16 y luego en las Dragonas de Independiente del Valle. “Siempre me gustó ir adelante, no defender. Me decían que tenía una estrellita. Era extrema, enganche, delantera… lo que me dieran, pero siempre para atacar”.
Pero no todo fue fácil. “Había mamás de niños que decían que no era correcto que jugara con ellos. Yo era flaquita, y me decían: ‘Cómo van a dejar jugar a esa niña’. Pero en mi familia siempre hubo apoyo. Mi mamá y mi papá gritaban desde la tribuna: ‘¡Dale, Emily!’. Creo que por eso hoy estoy aquí”, reflexiona.

De Dragonas de Independiente del Valle al América de Brasil
Arias hoy pertenece al América de Brasil y ya ha marcado goles. “Me fui sola, fue un cambio de vida. Brasil es una liga exigente y eso me ayuda a crecer como jugadora y como persona. Mi primer gol allá fue un alivio… pensé: ‘Ahora sí, voy a empezar a marcar más’”, dice.
¿Le costó irse? “Claro, estaba entre quedarme en otro equipo o irme, pero quería un salto. Mi familia me apoyó. Fue lindo para ellos, aunque difícil porque me fui sola. Pero yo soy una chica soñadora y sé que este paso era necesario”.
Emily juega con el número 7. “El 7 es por Cristiano Ronaldo, mi ídolo. Me encanta su disciplina, su profesionalismo… es el jugador completo. Espero algún día ser como él”.
Y como CR7, Emily sueña en grande. “Sí, sueño con Los Ángeles 2028. La Copa América nos clasifica a los Juegos Olímpicos y sé que con este equipo lo podemos lograr. Pero no se trata solo de soñar, hay que trabajar y esforzarse. Soy de las que sueña, pero también mete el esfuerzo”.
El patinaje artístico también le llama la atención
Cuando no está jugando, Emily sigue siendo una chica común. “Me gusta el deporte, me habría encantado hacer patinaje artístico. Amo el baile. Si Dios me hubiera dicho: ‘Esto del fútbol no es para ti’, capaz estaría en patines ahora”, admite.
¿En qué gasta su dinero? “En el cabello. Siempre me pintaba y se me empezó a caer. Tres años pintándome y puff… se caía. Así que gasté un montón en tratamiento. De ahí, soy básica: ni tecnología ni lujos. Solo el cabello”, dice entre risas.

El lunes 21 de julio, Ecuador se juega la clasificación frente a Chile. Emily lo sabe. “Es un partido clave, como todos, pero este nos mete casi en la clasificación. Estamos listas”, afirma con convicción.
Antes de despedirse, Emily deja una frase que define su esencia: “Siempre hay que soñar, pero trazar el camino. Nada llega de la nada. Hoy sueño con marcar más goles, con ir a JJ.OO de Los Ángeles 2028, con seguir dándole alegrías a mi país… pero también sé que tengo que trabajar cada día”.
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