Desde hace unas temporadas se ha debatido sobre la posibilidad de que Ecuador empiece a tener mejores cupos a torneos internacionales. En las copas de 2021, hubo cinco clubes nacionales en fase de grupos y tres que sobrevivieron: Liga de Quito e Independiente, desembocaron en Copa Sudamericana, y Barcelona firmó la mejor representación al ser semifinalista de la Libertadores.

Hoy la historia es distinta. De seis en carrera en fase de grupos, solo dos se mantienen vivos: Emelec e Independiente del Valle. El Bombillo es el que tendrá la oportunidad de poner la bandera de Ecuador en el torneo más importante a nivel de clubes, mientras que el campeón vigente de la LigaPro se tiene que conformar con la Sudamericana, luego de acabar tercero en su grupo, por detrás de Atlético Mineiro y Deportes Tolima.

Barcelona como Universidad Católica participaron en ambas competiciones y no lograron trascender en ninguna. Los amarillos avanzaron hasta la Fase 3 de la Libertadores y acabaron en la Sudamericana, luego de ser eliminados por penales ante el América brasileño, y ahora selló su adiós del otro torneo, después de no alcanzar una puntuación que lo alce como líder del grupo. Lanús se quedó con ese premio.

Católica tuvo un recorrido similar al torero. Los camaratas se despidieron de la Libertadores, en Fase 3, después de caer ante The Strongest boliviano. Luego, no pudo dar batalla en un grupo de Sudamericana con Unión La Calera de Chile, Banfield argentino y, el clasificado, Santos de Brasil, dirigido por Fabián Bustos.

Liga de Quito fue la eliminación menos esperada. El equipo de Luis Zubeldía era el único de los ecuatorianos que dependía de sí mismo. Emelec, IDV y Barcelona, que llegaron vivos a la última fecha, dependían del resultado de un tercero. Pero los albos necesitaban ganar, hasta por la mínima y no pudo darse.

Zubeldía lo dijo tras la decepción copera, “el segundo semestre está claro que vamos a jugar para ganarlo todo”.

A estos tres eliminados se suma 9 de Octubre, que dejó gratas sensaciones, aunque su principal falencia era no poder cerrar los partidos. El equipo de Juan Carlos León, que es último en la tabla de LigaPro, hizo cuatro puntos, pero perdió varios en los últimos minutos, como con DIM en Colombia o Guaireña de local.

Si antes el debate era favorable, por los resultados, los conseguidos esta temporada no ayudan. La doble competencia ha retratado las cortas plantillas que hay en nuestro balompié. Los que pelean por el torneo local, se quedaron sin copa, salvo Independiente; y el que está vivo en Libertadores, le dijo adiós a la LigaPro hace fechas.