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Barcelona-Real Madrid, el clásico del silencio

El derbi español se juega este sábado 24 de octubre en medio de una expectativa atípica y en la que a ambos les urge un buen resultado.

Camp Npu derbi España 2020
El Camp Nou quedó listo para recibir solo a los jugadores del Barcelona y del Real Madrid, ya que se jugará por primera vez sin público por motivo de la pandemia.AFP

El clásico del fútbol español, el Barcelona-Real Madrid, será este sábado 24 de octubre por primera vez un clásico distinto. A causa de la pandemia se jugará sin público, sin la presión del escenario y con el balón y el sonido ambiente como protagonistas.

Un clásico sin ruido, sin tanto morbo y con dos equipos que no atraviesan su mejor momento. Llega peor el Real Madrid, que ha perdido los dos últimos partidos y frente a rivales menores (Cádiz y Shakhtar); mientras que el Barça se rehizo de su primera derrota liguera (1-0 en Getafe), con una balsámica goleada europea (5-1 frente al Ferencvaros).

Se estrenará Ronald Koeman en el banquillo azulgrana en un clásico e intentará que la revolución de los jóvenes, con Ansu Fati y Pedri como estandartes, le permita reforzar su proyecto, al que se le ven unas cuantas cosas positivas. Decidió nada más llegar cambiar el dibujo y ordenar un doble pivote, tres mediapuntas y Leo Messi arriba. Un 4-2-3-1 que puede ser un 4-2-4 y un 4-5-1, pero sobre todo lo que se le ha visto a su Barça es que tiene “piernas frescas” para plantar cara a cualquiera.

Messi tiene cuentas pendientes en el que podría ser su último clásico en casa, pues no ha marcado en los últimos cinco duelos ante el Real Madrid. Hoy disputará su clásico 44 y encadena dos años, cinco meses y dieciocho días sin marcarle un gol al Real Madrid, una de sus víctimas favoritas.

El argentino es el jugador que más tantos ha anotado en la historia de los clásicos (26), pero el último gol del delantero rosarino al Real Madrid se remonta al 6 de mayo de 2018, en el partido de la 36ª jornada de la Liga que acabó en tablas (2-2).

Para el Real Madrid en cambio el clásico aparece como un punto de inflexión. El escenario perfecto para levantar el vuelo y enterrar las dudas que afloran sobre el proyecto e incluso sobre la figura de Zinedine Zidane, tras dos derrotas consecutivas de local ante equipos de inferior categoría. La imagen de debilidad dejada ante el Cádiz en Liga y Shakhtar en el estreno en Liga de Campeones, han instalado la preocupación en la casa blanca.

Sin embargo, el criticado Zidane es garantía de éxito en el Camp Nou, donde nunca salió derrotado en sus cinco visitas. Tendrá a Karim Benzema en la alineación, pero nada mejor para sus intereses que recuperar al verdadero líder del equipo, Sergio Ramos, el rey del clásico, quien entró este viernes 23 a última hora a la convocatoria tras recuperarse de su rodilla izquierda para disputar el número 45, uno más que Messi. A su imagen apela el madridismo para la reacción tras un desplome inesperado, con una seguridad defensiva que le impulsó a conquistar la Liga, pero que hoy es vulnerable.