Desde hace ocho meses Anggie Avegno ha tenido que combinar los remos y la canoa, por los pañales y los biberones.

En octubre del año pasado, la vida de la canoísta ecuatoriana cambió por completo, debido a que dio a luz a Ian, su primer hijo.

Anggie contó que tras el nacimiento de su pequeño se topó con muchas personas que dudaron sobre su recuperación física y de que estaría lista para clasificar a los Juegos Olímpicos, que este año se iban a realizar en Tokio (los JJ.OO. fueron aplazados para el próximo año).

Además de Ian, esos comentarios fueron la motivación necesaria, para que la deportista nacional se supere a sí misma y vuelva a enfocarse en su meta principal: clasificar a los Juegos Olímpicos.

“Cuando di a luz muchos dudaron de que iba a recuperar rápido mi nivel. Escuché muchos comentarios de que se me iba a hacer difícil volver a las competencias, pero todo eso, más el nacimiento de mi hijo, me sirvió para demostrar de que todo podía volver a la normalidad”, sostuvo la piragüista ecuatoriana.

Anggie reveló que solo 15 días después de haber alumbrado, por cesárea, empezó a trabajar en la parte física. “Durante mi embarazo nunca descuidé la actividad física. Solo paré dos meses antes de tener a mi hijo. Luego de eso, con la ayuda de un entrenador personal y bajo las recomendaciones de mi doctora, pude volver a entrenar”.

La múltiple campeona nacional afirmó que el embarazo la dejó con varios kilos de más, pero que ahora, ocho meses después, ha recuperado su nivel físico. “Mi peso antes del embarazo estaba en 55 kilos, ahora he vuelto a mi peso normal, tras un enorme esfuerzo físico. Me siento contenta, porque derribé muchas barreras que se dan tras tener un hijo”, dijo.

Sobre los JJ.OO. de Tokio, Anggie afirmó que la postergación de este evento, por la pandemia del coronavirus, le dará mayor tiempo para prepararse y tratar de alcanzar un cupo el próximo año.

“Ir a unos Juegos Olímpicos es el anhelo que tengo desde que inicié en este deporte, pero ahora el nacimiento de Ian me motiva a luchar por ese cupo, pues quiero que en un futuro mi hijo se sienta orgulloso de mí”, mencionó.

Hasta que las autoridades locales autoricen a los deportistas volver a sus actividades normales, Anggie ha tenido que adaptar en su casa un pequeño gimnasio, para mantener sus rutinas de entrenamiento.

“Acá he adaptado una máquina para hacer ejercicios, la cual me ayuda a simular que estoy remando, ya que es distinto entrenar solo en casa o en un gimnasio, que hacerlo en el agua. Por toda esta situación que estamos pasando toca adaptarse, pero lo hago con gusto, ya que tengo a mi hijo que me acompaña diariamente en mis entrenamientos”, finalizó.