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Sueños, un diálogo interno por descubrir

Se sabe poco sobre ellos. Algunos son premonitorios, otros lúcidos y, en su mayoría, simbólicos. Sea como sea, están cargados de significados.

El ser humano pasa un tercio de su vida durmiendo y, mientras lo hace, sueña. Aquella frase de “el sueño es reparador” es muy cierta. Pero encierra una realidad mucho más profunda.

Cuando dormimos y soñamos, la actividad eléctrica del cerebro sigue unos patrones muy particulares, lo que permite hablar de este proceso en términos de etapas.

Freud propuso que los sueños constituyen la base para revelar el subconsciente y la vida interior del ser humano. Su teoría se basa en fenómenos psicológicos: emotividad, motivación, recuerdos, deseos inconscientes.

El subconsciente funciona en términos de símbolos y, mientras se está despierto (vigilia), surge un diálogo interno entre las partes de la mente. Las preocupaciones en vigilia se extienden al sueño y narran en símbolos el estrés y la vida cotidiana. El sueño es una extensión de intereses y preocupaciones propios, pero de manera simbólica.

Y es precisamente en poder entenderlos donde está el secreto.

Tipos de sueños

  • Premonitorios: “Percibimos el tiempo como continuo, cuando vivimos varios a la vez”, sostiene el físico francés Jean-Pierre Garnier Malet, autor de la Teoría del Desdoblamiento del Espacio y el Tiempo. El tiempo no es continuo si no que cada instante se desarrolla en dos tiempos simultáneos: uno perceptible y el otro no. Es en este último que realizamos actos cuya experiencia pasamos después al tiempo del que tenemos conciencia y que interpretamos como intuiciones o premoniciones. Aunque no todos los sueños y no todas las personas tienen la capacidad de ver su futuro en el tiempo en el que duerme, aquello es más común de lo que se cree, solo que no siempre se relaciona con sucesos trágicos o trascendentales.
  • Lúcidos: Permiten ser conscientes de que se está soñando e, incluso, de controlar el rumbo que tomará la ‘historia’. Sus principales características son: lo que pasa se ve con precisión y enfoque; los colores son más brillantes, los sonidos más claros y hay más detalles; quien sueña es muy consciente de lo que sucede.
  • Recurrentes: Son aquellos sueños repetitivos, pero cuyo significado no se termina de entender. En ellos, las emociones que se experimentan son fundamentales para entender el mensaje que encierran. Más allá de lo que se ve o lo que pasa, lo que debe valorarse es aquello que produce: miedo, enojo, alegría, asco, etc. Es posible que haya una necesidad insatisfecha y que el sueño muestra una y otra vez. Cuando al fin se encuentre la respuesta, no vuelve a presentarse.

Algunos significados

  • Volar: necesidad de sentirse libre y tener libre albedrío.
  • Agua: representa el estado anímico. Una ola gigante que lo cubre implica un desborde emocional, en tanto que un lago tranquilo significa paz.
  • Ser atacado: vulnerabilidad, incertidumbre.
  • La muerte: transición en su vida, algo muere y algo nace.
  • Caer al vacío: Ansiedad, miedo a no ser capaz de gestionar un problema personal y perder el control de su vida, estrés.
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Tome nota

  1. Acostúmbrese a escribir los sueños en un diario, incluyendo las sensaciones que han despertado en usted. Esto le permitirá determinar si son recurrentes, lúcidos o premonitorios y sacarles así el mejor partido.
  2. Si quiere sacarle partido a sus sueños recurrentes, busque qué similitud hay entre estos y lo que está experimentando en su vida actual que le produzca la misma sensación de ansiedad, tristeza, alegría, etc. Basta tomarse un tiempo para entender el significado de los sueños recurrentes y aprovecharlos para la vida y la salud emocional.

Conexión con el más allá

Los psíquicos aseguran que al soñar con personas fallecidas se produce un puente entre los vivos y los espíritus, y constituye la manera más sencilla en la que estos se comunican con nosotros, en muchos casos, para indicar que se encuentran bien.

Cuando dormimos, el cuerpo astral sale del físico y, aunque no recordemos ese viaje, es así como podemos tomar contacto con el mundo espiritual.