
Educación sin estandarización: por qué cada aula necesita métodos flexibles y humanos
La mercantilización de la educación ha impuesto recetas cerradas. Experta propone recuperar la mirada humana y flexible.
En tiempos donde la educación parece mercantilizarse, con métodos empaquetados que prometen resultados rápidos, Cindy Heredia, educadora y docente de la Universidad Casa Grande, plantea una postura crítica: “Hoy en día hay una mercantilización de la educación y muchas veces las metodologías se venden como recetas que compiten para alcanzar el aprendizaje en el estudiante”. Para Heredia, la clave de cualquier método educativo no está en seguir fórmulas universales, sino en comprender el aprendizaje como un proceso profundo y flexible.
Según explica, una metodología efectiva debe partir de un principio básico: colocar al estudiante en el centro del proceso de aprendizaje. "El estudiante debe ser el protagonista", asegura. Sin embargo, advierte que esto no es suficiente si el docente no cuenta con una actitud reflexiva y adaptable. La capacidad de ajustar las estrategias día a día, analizando qué funciona y qué no, es esencial para lograr experiencias de aprendizaje significativas y pertinentes. “Debe haber una gran capacidad de reflexión sobre la acción”, insiste.
Contra la estandarización: diversidad y creatividad
Heredia también señala un problema frecuente en muchas instituciones: el afán de estandarizar procesos educativos en busca de asegurar la calidad. Esta práctica, en su opinión, “limita mucho el trabajo del profesor” y afecta la posibilidad de ofrecer una experiencia contextualizada. Cada grupo de estudiantes es diverso en ritmos, intereses y necesidades, por lo que resulta imprescindible diseñar metodologías que abracen esa diversidad.
Además, destaca que hoy el reto es mayor: los educadores deben enfrentarse a estudiantes cuya atención compite con el constante bombardeo de estímulos digitales. “No hay fórmulas perfectas para responder a esas necesidades”, afirma Heredia. En cambio, promueve un enfoque basado en la investigación constante por parte del docente, quien debe observar, probar y mejorar sus prácticas a partir de la evidencia cotidiana.
“La educación efectiva requiere creatividad, respeto por el proceso del estudiante y una actitud investigadora”, concluye Heredia, dejando en claro que el verdadero aprendizaje nace de la flexibilidad y no de la rigidez de un método preestablecido.