Carlos III, monarca del Reino Unido
Carlos III en varias facetas de su vidaFotos Intenet. Fotomontaje Miguel Rodríguez

Rey Carlos III, el hombre detrás del trono

Sus pasiones, ambiciones, estilo de vida e incluso hasta caprichos y excentricidades están en el ojo público.

“Su pijama debe plancharse todas las mañanas, y asimismo los cordones de sus zapatos, el tapón del baño debe estar en cierta posición, y la bañera medio llena. De igual manera, le gusta que su personal le prepare incluso el cepillo de dientes.

Desde que muchos tienen uso de razón, la imagen de Carlos como Príncipe de Gales ha estado presente en los recuerdos de las transmisiones más mediáticas sobre la monarquía británica.

Desde su boda con Diana de Gales, la crianza de sus hijos, los actos de infidelidad con Camila Parker hasta el divorcio han dado la vuelta al mundo en los principales noticieros.

Tras la muerte de su madre, la Reina Isabel II, ha sido proclamado como Rey Carlos III, y a sus 73 años, ya empieza a ser conocido como la persona de mayor edad en acceder a la corona en la historia.

Sin embargo, muchos sienten que saben poco de la vida de él. Su filosofía, ambiciones, pasiones, entre otros temas que ayudarían a entender quién es el nuevo monarca.

En SEMANA hacemos un recuento de lo que hay detrás del nuevo monarca. (GMR)

La infancia rígida

En 1992, el ex Príncipe de Gales, se desahogó acerca de su sombría juventud con Jonathan Dimbleby, autor de una biografía autorizada. El escritor comenta que, de niño, Carlos “estaba totalmente intimidado por la personalidad de su padre, Felipe de Edimburgo”, cuyos regaños por “deficiencias en su comportamiento lo llevaban fácilmente a las lágrimas”. De hecho, se educó en las mismas escuelas que su padre y asistió a clases en Australia.

En cuanto a la relación con su madre, la Reina Isabel, la describe menos áspera. “No era indiferente, era más bien desapegada”.

En plataformas como Youtube se puede ver la escena del regreso de sus padres de una gira real de 36 días por Canadá en 1951. En la misma se puede apreciar el trato protocolario que recibe en sus primeros años de vida, donde resalta la ausencia de abrazos.

Su pijama debe plancharse todas las mañanas, y asimismo los cordones de sus zapatos, el tapón del baño debe estar en cierta posición, y la bañera medio llena.

Sus pasiones

En su camino como Príncipe de Gales, escribió artículos sobre temas que le interesan, como el cambio climático, las energías renovables, la medicina alternativa e incluso arquitectura; sobre esta última se considera un crítico apasionado, al punto que es seguidor de la corriente del Nuevo Urbanismo. Bajo este pensamiento ha desarrollado proyectos en algunas comunidades del Reino Unido, la más conocida es Poundbury, la cual aún está en desarrollo y aspira finalizar en el 2025, con unas 1.500 viviendas y casi 200 negocios.

Punto débil: Sus tratos y caprichos

La imagen de un rey cercano y con gusto como el resto de los mortales, está lejos de ser aplicable en él.

En el documental lanzado en el 2015: ‘Serving the Royals: Inside the Firm’, dentro de la plataforma Amazon Prime Video, expuso sus extrañas manías, gracias a lo recopilado por Paul Burrel, su ex mayordomo.

Burrel contó que “Su pijama debe plancharse todas las mañanas, y asimismo los cordones de sus zapatos, el tapón del baño debe estar en cierta posición, y la bañera medio llena. De igual manera, le gusta que su personal le prepare incluso el cepillo de dientes. Hace que le pongan una pulgada de pasta todos los días”. De ahí que muchos le dieron el apelativo de “Príncipe Mimado”.

Los malos gestos, en el ojo público

Hace pocos días, se hizo viral su gesto al momento de firmar la proclamación de Rey. Un tintero estaba colocado donde él debía poner el brazo; y eso hizo que el monarca adoptara una mueca severa hacia al personal más cercano. En las redes sociales, hicieron viral el video de ese momento y criticaron la actitud. ¿Caprichoso? ¿Excéntrico? El tiempo seguirá mostrando su esencia.

Marcado por el polo y los caballos

Al igual que varios miembros de la familia real, heredó su pasión por los caballos. Tal es el caso que, durante su adolescencia, Windsor se convirtió en uno de sus destinos preferidos. Allí, la familia real posee un castillo, ubicado a minutos del Guards Polo Club, donde Carlos mostraba su mejor versión.

Con el paso del tiempo se acostumbró a jugar la mayoría de sus partidos, y por lo general, lo acompañaban sus hijos, hermanos, y hasta su primera esposa, Diana. Con ella, protagonizó una de las fotos más icónicas sobre el campo de juego. Como cábala, Lady Di, confesó que se colocaba dos relojes cada vez que su marido jugaba. Un Cartier era de ella, y el otro de Carlos, a fin de darle suerte.

Su versión futbolera

El fútbol también es su otro deporte favorito, pero como hincha ha sido discreto. Recién en el 2012 confesó su afición durante un evento público. “Algunos de ustedes me preguntaron esta noche si apoyo a un club de fútbol británico y dije: 'Sí, Burnley", dijo sobre este club que, hoy en día, milita en el Championship, la Segunda División del fútbol británico.

En sus viajes de visita a Sudamérica, por la década del 90, también mostró su versión futbolera. En Brasil pudo jugar un partido en la calle, y en Argentina, se llevó una camiseta y un balón de la selección albiceleste, otorgado por el ex presidente Carlos Menen.

Donaciones controvertidas

Este año la policía empezó una investigación sobre controvertidas donaciones, a raíz de que el periódico The Guardian reveló que una organización del entonces príncipe Carlos recibió dinero de una empresa offshore utilizada para canalizar grandes cantidades desde Rusia.

El nuevo escándalo fue publicado recientemente en el diario Sunday Times, en donde afirman que Carlos aceptó una donación de un millón de libras esterlinas de la familia del terrorista Osama Bin Laden, durante el 2013, dos años después de su muerte.