Los socios de Welness Club  Vivemás, en Quito
Los socios practican distintas actividades como yoga en sillaKarina Defas

Método Hoffmann: Redescubir la vitalidad y la alegría en el adulto mayor

El cuidado integral del adulto mayor es el objetivo del Método Hoffmann. En Quito el Wellness Club ViveMás es pionero en su implementación.

Faltan diez minutos para las once de la mañana y Vivemás, el primer ‘wellness club’ del país, ebulle de ruido y alegría. Es la hora del receso y los socios, todos adultos mayores, charlan y ríen entre ellos. El aroma a café inunda el comedor. Las conversaciones giran en torno a lo que ha pasado poco antes, en los talleres de yoga en silla, brain kinetics ( kinética cerebral) y el laboratorio de palabras.

Pero el tiempo se acaba, y los joviales ‘alumnos’ dejan sus tazas de lado y caminan hasta su próxima clase. “Hay mucho desconocimiento sobre el envejecimiento, y sobre cómo recuperar y mantener la vitalidad y mejorar la calidad de vida”, asegura María Leonor Viteri, gerente general del club, que abrió sus puertas hace seis años en el valle de Tumbaco.

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El espacio, explica, fue diseñado y construido con un enfoque en la gerontoarquitectura, por lo que el lugar de una planta es completamente accesible a personas con movilidad reducida o en silla de ruedas. “Nuestra meta siempre fue ofrecer un sitio cómodo, que fluyera y donde nuestros socios pudieran moverse sin riesgos”, dice.

El sitio cuenta con una amplia sala de arte, una sala tecnológica, una sala de gimnasio, espacios para talleres, juegos de mesa y más.

Hace dos años, y tras meses de investigación, las cofundadoras de Vivemás dieron con el ‘Método Hoffmann’, una técnica patentada hace veinte años en España y cuyo objetivo es ganar calidad de vida para los adultos mayores y quedaron impactadas.

Cerebro

Cerebro activo a pesar de la edad

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“En ese momento ya teníamos cuatro años con el club, pero queríamos ofrecer más terapias, más talleres y en esa indagación encontramos la metodología Hoffmann, que hacía un ‘click’ con nuestra filosofía”, señala.

Creado por Catalina Hoffmann en 2004, el método propone un enfoque holístico que inicia con un análisis profundo de la situación de cada adulto mayor y creando un programa de intervención adaptado a sus necesidades.

La técnica se popularizó en Europa tras demostrar que el cerebro del adulto mayor es capaz de reaprender a través de la realización de ejercicios físicos, cognitivos, psicológicos y sociales, y comprendiendo esta etapa como una segunda juventud.

“Debemos estimular estas áreas, y si lo hacemos, tendremos autonomía y una mejor calidad de vida, que es lo que todos queremos”, señala Viteri.

Una adulta mayor participa de un ejercicio en el Club Vivemás
El cardio wall es un muro de juegos deportivos únicos en Ecuador. Obliga a la persona a moverse.Karina Defas

Un calendario integral

Semana a semana, las clases en Vivemás cambian. En esta, la penúltima de febrero, los socios tuvieron un taller de pintura, yoga en silla, musicoterapia, estimulación cognitiva con tabletas, un taller de memoria, una clase de canto y más. Quienes quisieron sumarse, participaron en una excursión a ver la muestra ‘Miguel Ángel Inmersivo’ en el CCI.

Estas propuestas son parte del método Hoffmann, que centra su atención en la exploración de las funciones motoras y cognitivas para prevenir el envejecimiento cerebral.

Muchos de los socios concluyen su horario de clases, y se quedan a almorzar y socializar con sus compañeros.

“La pandemia nos mostró lo importante que es la socialización para el ser humano”, añade Viteri. “Aquí, nuestros socios hacen amigos, comparten con otras personas que están pasando por la misma etapa de su vida y están aprendiendo, porque no hay edad para dejar de aprender”, puntualiza Viteri.

Fitness cerebral

¡A entrenar las neuronas!

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Según datos de Hoffmann World España, el método ha tenido éxito en miles de usuarios a nivel internacional, mostrando que la atención a estas cinco áreas ayuda a los usuarios a recuperar la movilidad, la independencia y a atrasar el avance de padecimientos como el Parkinson o el Alzheimer.

Desde lo local, indica Viteri, además de las estadísticas del club, la respuesta más grata de los resultados de la metodología es la de los familiares de los socios.

“Ellos son los primeros en decirnos que sus papás están más felices, que caminan más, que salen más, que se sienten mejor. Y es que claro, uno como hijo se preocupa si sus padres están solos en casa, si se enferman o si se sienten solos. A uno le da tranquilidad verlos que están bien”, dice.

A la par de las clases, el centro también ofrece talleres semanales o quincenales en otros horarios, como clubes de lectura, talleres de historia del arte, entre otros.

Romper los mitos

Uno de los prejuicios que enfrentamos es que tanto los adultos mayores como las familias, creen que solo quienes tienen un deterioro considerable necesitan tener actividad física o cognitiva, cuando es todo lo contrario. La prevención es clave”, señala Viteri.

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Considera que este mito surge del concepto de ancianato o residencia que existe en el país y en los propios mitos alrededor del envejecimiento.

“Cuando pensamos en una residencia, no tenemos asociaciones positivas, pensamos en un sitio donde las personas necesitan cuidados constantes, donde las personas tienen un gran deterioro”, indica.

Romper con esta imagen es el gran reto para la entidad, que busca replantear esta etapa de la vida como una de nuevas posibilidades. 

Ambiente que se vive en Club Vivemás
Los socios tienen media hora para socializar y consumir un refrigerio a diario. Otros almuerzan ahí.Karina Defas

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